El tercer mandato para la formación de gabinete debe usarse para calmar a la sociedad, enfocarse en los problemas de la gente y la forma de resolverlos, y también para restaurar una mayoría parlamentaria estable. Es la posición expresada por representantes de la alianza Bulgaria Democrática (DB) durante las consultas con el presidente Rumen Radev sobre la concesión del tercer mandato exploratorio para constituir un nuevo gobierno.
“No hay garantías de que un nuevo ciclo de elecciones conlleve una nueva legislatura parlamentaria. Al encaminarnos hacia unas nuevas elecciones, es muy alto el grado de probabilidad de que el entorno político se deteriore, ya que la campaña electoral polarizará a la gente”, ha comentado el copresidente de DB, Jristo Ivanov, y ha agregado: “Para nosotros, éste es un mandato de crisis, un mandato del diálogo. La tarea de quien obtenga esta responsabilidad será la de encontrar puntos de convergencia, ser un mediador y no imponer su propio punto de vista".
Si entra en el gobierno, DB apostará por el diálogo, minimizando las condiciones que pondrá, porque últimamente la clase política búlgara se ha centrado en establecer líneas rojas sin ofrecer soluciones. La salida, según la alianza democrática, es el diálogo dentro de la antigua coalición cuatripartita, sacando conclusiones importantes de su desintegración.
“Su construcción y su equilibrio deben cambiar. También sería bueno que los líderes políticos den un paso atrás”, ha opinado Jristo Ivanov.
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