Cerca de la ciudad de Sinemorets, en la costa búlgara del mar Negro, los órganos de control han descubierto por casualidad una piscina construida ilegalmente en las rocas. La piscina está en primera línea de la costa del mar en una región que es propiedad del Estado y debe ser destruida. Es lo que ha infirmado la gobernadora de provincia María Neykova. Ha sido comprobado, asimismo, que un inmueble privado obstaculiza el acceso a la piscina.

Neykova ha señalado que en la villa pesquera de Chenguené Skele, siempre en la región de Burgas, han sido construidas casas privadas ilegales en terrenos del Estado que son propiedad de diputados y representantes del poder ejecutivo. La información ha sido proporcionada por la emisora regional de Radio Nacional de Bulgaria en Burgás.