La Covid-19 ha acelerado inusitadamente el desarrollo en el turismo de las llamadas tecnologías inteligentes. Su aplicación es una garantía tanto para la seguridad de quienes se desempeñan en este sector como para los propios huéspedes que están siendo atendidos de modo rápido, de calidad y, sobre todo, sin contacto. El negocio turístico búlgaro no es una excepción de la tendencia mundial. Ya 2019 un hotel búlgaro en el aeropuerto de Sofía se incorporó a los pioneros en Europa contratando a un robot que recibe, atiende y despide a los huéspedes.
Actualmente 4 hoteles búlgaros hacen uso de los servicios de robots especiales, diseñados para servir al cliente y se espera que su número aumente en lo que queda de año. Las máquinas “inteligentes” acompañarán cortésmente al huésped hasta su habitación, ofrecerán servicios de habitaciones, facilitarán la información indispensable por medio de tecnologías 3D, asegurarán la discreta limpieza de los recintos a los que un huésped entra, y una desinfección del aire que el mismo respira, cumpliendo un montón defunciones más que trasladarán imperceptiblemente al huésped al futuro.
“La pandemia nos ha forzado a ir empleando cada vez más extensamente las tecnologías inteligentes en actividades en que es posible reducir el contacto directo con el personal”, dice Guenka Rafaílova, directora del Liceo de Turismo, adscrito a la Universidad de Economía de Varna y agrega:
“Los robots ya se están empleando asimismo con el fin de reducir algunos gastos, por ejemplo, en servicios nocturnos o en los casos en que se amontonan gran número de clientes y el personal necesita una asistencia adicional. Son de utilidad también en operaciones rutinarias, cuando el cliente es renuente a mantener un contacto directo con los anfitriones como, por ejemplo, en la apertura, sin contacto y sin llave de las puertas de las habitaciones, haciendo uso del sistema de reconocimiento de voz, empleando datos biométricos al efectuar pagos etc.”, dice Guenka Rafaílova.
“A estas alturas el sector turístico búlgaro está aplicando acertadamente 55 soluciones tecnológicas para un mejor servicio a los clientes. Tienen una amplia difusión los productos en la esfera del turismo cultural-cognitivo. A esta etapa contamos con una aplicación mucho más intensa de las tecnologías en la promoción de los destinos turísticos”, dice Guenka Rafaílova y agrega:
“Se trata de las aplicaciones móviles, de las zonas wi-fi gratuitas o bien del uso de los códigos QR, mediante los cuales, al orientar el dispositivo inteligente, se obtiene información sobre la instalación respectiva. La plataforma interactiva, Ilovebulgaria, disfruta de gran popularidad, ya que dispone de códigos QR en todo el país. Tales tecnologías se están empleando cada vez más en nuestros museos. Podemos agregar los casos de las aplicaciones móviles por medio de las cuales recibimos información actualizada en tiempo real sobre la compra de pasajes, alquiler de bicis, motonetas etc.”
Dicho de otro modo, el turismo búlgaro, por su inventiva, no cede a sus rivales a nivel mundial. La pandemia y la incertidumbre que ha generado en el sector han repelido a personas de buena formación que ahora se va decantando para otros sectores. “El negocio necesita de gente competente capaces de concebir y crear soluciones y productos digitales con el fin de atraer a turistas”, dice Guenka Rafaílova.
Al preguntársele si los robots serán capaces de suplantar a los humanos que se desempeñan en el turismo, ella dice lo siguiente:
“Sí, van a sustituir a los seres humanos, pero he de puntualizar que la digitalización, que está sustituyendo el factor humano, sólo se emplea en ámbitos en que se suelen aplicar operaciones de rutina, o sea, en los casos tendentes a elevar la eficiencia de los servicios y enriquecer las vivencias del turista. Sin embargo, los robots y la inteligencia artificial no podrán desbancar por completo la presencia humana con sus emociones y creatividad. Los turistas seguirán buscando el contacto personal con sus anfitriones y el calor de la comunicación y la hospitalidad humanas”, concluye Guenka Rafaílova.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: YouTube, Facebook /Генка Рафаилова, ilovebulgaria.eu
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