Según datos de la Agencia Europea de los Derechos Fundamentales (FRA) y la Organización Mundial para la Salud, una de cada tres mujeres es víctima de violencia doméstica y desde el principio de las medidas antiepidémicas y el confinamiento se observa que la situación va empeorando en muchos hogares búlgaros. Las organizaciones que gestionan las líneas rojas informan de un aumento de las denuncias en un 30% y, según la fiscalía de Bulgaria, en el país hay un triple aumento de las causas de violencia doméstica en el año 2021.
La violencia domestica es la pandemia oculta que hace tiempo que se ha apoderado de muchos hogares búlgaros y es diferente de la causada por el coronavirus, dan la voz de alarma los expertos. Son mucho más graves los casos de mujeres y menores agredidos que buscan ayuda en estos momentos y requieren asistencia y protección inmediatas. En esta relación el Fondo Búlgaro de las Mujeres ha iniciado una campaña benéfica titulada La primera línea invisible en apoyo a los centros de consultas y crisis en Bulgaria que están en la primera línea en la lucha contra la violencia doméstica. Son apenas 17 para todo el país y los servicios que ofrecen no se subvencionan con regularidad.
Los búlgaros de Besarabia son una parte “indisoluble del cuerpo búlgaro, de la comunidad búlgara espiritual y cultural. Persistirán ya que el lazo entre ellos y nosotros es inquebrantable”, se señala en el único número del periódico Besarabia búlgara..
La vida de los búlgaros en la República Checa es muy ajetreada. Trabajan en masa en distintas fábricas, el trabajo es por turnos, el cansancio se acumula y la gente no quiere viajar a la capital un domingo sólo para poder votar. Así explica Irena..
La jornada electoral en Reading, al sureste de Inglaterra, transcurre con calma. Se espera que voten unas 300 personas y en el único colegio electoral de la ciudad se puede votar sólamente en papel. Es la segunda vez que este colegio electoral cambia..