Rumen Radev ha conquistado un triunfo contundente en la segunda vuelta de los comicios presidenciales y su segundo mandato en el puesto de jefe de Estado despierta importantes expectativas puesto que en los últimos meses de crisis política y un Gobierno interino ha ido demostrando que la institución presidencial no tenía solo funciones representativas. ”Ahora Rumen Radev se enfrentará a un número bastante más elevado de retos. La sociedad se estaba preguntando durante mucho tiempo quién llegaría después de Borisov y la respuesta es, precisamente, Radev”, ha expresado entrevistado por Radio Nacional de Bulgaria, Parva Simeonov, sociólogo de la Gallup.

A su juicio, en torno al presidente ya se han estructurado una red peculiar, que engloba, al menos, tres partidos: el Partido Socialista Búlgaro, Hay tal Nación y Continuamos con el Cambio. ”Se trata de ámbitos políticos en los que Radev es una figura querida, junto con los líderes de estas formaciones y, a veces, a expensas de éstos. Las redes, que no las jerarquías ni las estructuras monolíticas,son el futuro de la política búlgara pero su estructuración es una forma de arte político que el presidente de Bulgaria ya está dominando”, ha agregado Simeonov.

Hasta el término de su mandato en 2026, el presidente y la vicepresidenta Rumen Radev e Iliana Yótova, respectivamente, deberán seguir aportando equilibrio en las crisis que le esperan al país. El que no vaya a mostrar una paciencia excesiva el presidente lo patentizó ya en su primera declaración tras conocerse los resultados de la votación: ”La nueva Legislatura de la Asamblea Nacional no tiene derecho a cometer errores y a dilatar las cosas ya que la gente no se lo perdonará”.

Paralelamente a la situación en Bulgaria, Radev y Yótova habrán de cuidar asimismo de las comunidades búlgaras en el extranjero, que también les han respaldado para su segundo mandato. Por esto Radio Bulgaria ha procurado recabar opiniones sobre las expectativas de los búlgaros residentes en el extranjero tras conocerse los resultados de la segunda vuelta. Elena Kalaydzhieva, residente en Múnich, formula con nitidez las cualidades primordiales e imprescindibles de cualquier jefe de Estado:

“El presidente debe mantener sus principios, ser consecuente en sus actuaciones. En el plano político exterior espero que se ocupen posiciones que sintonicen con el derecho internacional y los valores de la UE. En cuanto a la política interna, el presidente ha de dar pruebas de su capacidad en identificar las prioridades de la sociedad civil y defenderlas por medio de los mecanismos que tiene a su alcance”.

Rudolf Efremov, lleva 11 años residiendo y trabajando en París. Al igual que otros muchos búlgaros tiene su activa posición cívica y sigue con emoción lo que está sucediendo en Bulgaria. Considera que el papel del jefe de Estado en los tiempos de precariedad política, en la que Bulgaria lleva ya 6 meses, ha sido sumamente responsable al cargar Rumen Radev con toda la responsabilidad por la gestión del país:

“En el caso de que se forme un Gobierno espero que el presidente vuelva a asumir sus funciones de una personalidad de la que no se presume que pueda ser portador principal del gobierno del país” señala este búlgaro residente en Francia. Él vislumbra una posibilidad de desarrollo en lo tocante a las políticas de la vicepresidenta, Iliana Yótova:

“Los búlgaros en el extranjero conforman una riqueza intelectual y cultural y la posibilidad de que Bulgaria establezca un vínculo sólido con la gente que, provisionalmente o para siempre, abandonan su territorio, sólo acabará siendo provechoso para el país. Sería bueno ir creando contactos con universidades, bibliotecas y potenciar los lazos culturales. Si se llevan a efecto contactos con la diáspora búlgara en el mundo se podrá contribuir así a que la cultura búlgara sea mejor conocida en el mundo”.

También tienen sus ideas sobre la labor futura de la vicepresidenta de Bulgaria los búlgaros que residen en la ciudad británica de Reading. Victoria Vlájovska, directora de la escuela dominical búlgara en esa ciudad, señala:

“Nos proponemos ayudarles a nuestros conciudadanos en Bulgaria a que tomen conciencia de los cuidados con los que tratamos al Estado búlgaro. Quisiéramos que la vicepresidenta de Bulgaria forme un mayor número de grupos de trabajo para el intercambio de experiencia y el apoyo a jóvenes de talento”.

Victoria ha pedido asimismo una respuesta a la pregunta de cuáles son los planes del presidente y la vicepresidenta de Bulgaria en relación con los búlgaros del extranjero, cuyo número frisa los 2 millones de almas, hecho que ella califica de triste.

Adaptado por Yoan Kolev

Versión en español por Mijail Mijailov