Hoy, 13 de noviembre, es jornada de reflexión antes de las elecciones presidenciales y parlamentarias en Bulgaria. Esto significa que los candidatos, los partidos, las coaliciones y los ciudadanos no tienen el derecho de llevar a cabo cualquier tipo de agitación. Lo mismo es válido para la jornada electoral. Este reglamento ha sido implementado para que los ciudadanos dispongan de tiempo para hacer su propia elección, sin estar sometidos a influencias políticas o estar provocados por publicidad política.
Son inadmisibles todo tipo de sondeos sociológicos y clasificaciones, ya que pueden manipular la elección a favor de uno u otro candidato o partidos y formaciones políticas.
A pesar de esto en las redes sociales se filtran ingeniosas formas de sondeos que a fin de cuentas hasta cierto grado logran inclinar la balanza hacia determinadas fuerzas políticas. El objetivo de estas clasificaciones es movilizar a las personas que vacilan en su elección y motivarlas a votar. Así, en el último momento suelen acudir a las urnas algunos electores guiados por la esperanza de poder cambiar el desarrollo del voto.
Cabe decir que en la esencia de la noción “reflexión” está la libre elección como un principio básico de la sociedad democrática en que vivimos. Exenta de agitación política y carteles electorales, la jornada invita a los votantes a quedarse a solas con su conciencia y sopesar sobriamente a quién desean respaldar y si este candidato es digno para su confianza.
Desde luego, la idea parece utópica teniendo en cuenta las distintas formas de información que tenemos a nuestro alcance, pero a pesar de esto la jornada de reflexión muestra de un modo unívoco que cada uno de nosotros tiene el derecho a hacer su libre elección.
Versión al español de Hristina Taseva
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