Un escándalo ha marcado la reunión entre los sindicatos, los empleadores y el ministro de Trabajo y Política Social, Galab Donev. Los empleadores  abandonaron la sala tras una disputa con los sindicatos. Los empleadores discrepan de la petición de los sindicatos de un aumento en un 17% del Salario Mínimo Interprofesional, SMI.

”No se pueden tomar decisiones acertadas sin que exista un pronóstico presupuestario a medio plazo y sin estar planeados otros parámetros macroeconómicos como el crecimiento económico, la inflación y el déficit. Es natural que los sindicatos tengan peticiones maximalistas, que no se  ajustan a la realidad económica  y que acarrearían consecuencias negativas incluso para los afiliados sindicales “, ha comentado en Radio Nacional de Bulgaria  Vasil Velev, presidente de la Asociación del Capital Industrial.