Bulgaria se encuentra en la zona de color rojo oscuro de la pandemia de Covid-19 y esto repercute en su sector turístico. Hasta el comienzo de la temporada de invierno quedan dos meses y la situación puede ir mejorando. En estos términos se ha expresado ante la Nova TV Rumen Draganov, del Instituto de Valoraciones y Análisis del Turismo. Todo depende de los ritmos de vacunación en el país. Draganov se ha mostrado preocupado de que, por la deteriorada situación sanitaria, el resto de países puedan decretar diferentes medidas para sus ciudadanos que viajen rumbo a Bulgaria. Esto hará que los turistas extranjeros desistan de viajar a los centros vacacionales búlgaros, que siguen siendo los más baratos de Europa.

En el centro de montaña de Bansko los hoteleros se abstienen de avanzar pronósticos, pero creen que por las fluctuaciones en el proceso de vacunación se producirá un déficit de personal. No obstante, abrigan esperanzas de que sea factible la temporada de invierno.