De implementarse el obligatorio certificado verde, el 35% de los profesores búlgaros han manifestado que dimitirá, advierte el sindicato Educación, adscrito a la Confederación de Trabajo Podkrepa. En una carta abierta al ministro de Sanidad en relación con la tensión generada en torno a su introducción, la organización sindical señala que el 86% de los profesores no aprueba la medida. Apenas el 12% está de acuerdo con el certificado y si éste se vuelve obligatorio esto no solo bloqueará el proceso docente, sino que provocará el reflujo de profesores del sistema. Esto generará enormes dificultades para los padres búlgaros. Si falta diálogo con el Ministerio sobre el caso el sindicato está listo para reaccionar con todos los medios posibles, incluidas protestas y huelgas.