A finales de agosto de 1968, por orden del Partido Comunista de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), las tropas del Pacto de Varsovia invadían Praga, la capital de la entonces Checoslovaquia, y ponían fin a la Primavera de Praga. Debido a la invasión se disiparía la idea de un socialismo de mayor libertad y más democrático, no sólo en Checoslovaquia, sino también en todo el bloque socialista. Bulgaria intervino en los acontecimientos como país miembro del Pacto de Varsovia, el acuerdo de cooperación militar firmado en 1965 y diseñado bajo el liderazgo de la antigua Unión Soviética con el objetivo de contrarrestar la amenaza de la OTAN.
Pese a la lealtad política de Bulgaria a la URSS en aquel entonces, y bajo la amenaza de represalias que se cernía a cualquier posición cívica discrepante de la oficial, no faltaron ideas democráticas sobre lo que estaba ocurriendo y la oposición a aquellos hechos. En el verano de 1968, tres estudiantes en la carrera de Historia búlgaros de la Universidad de Sofía: Eduard Guenov, Alexándar Dimitrov y Valentín Radev, se opusieron a la invasión de Checoslovaquia.
Son ellos justamente los protagonistas del primer cómic político búlgaro, titulado Marionetas.1968. Una historia real, que se estrenará en septiembre. El autor de esta publicación es Veselín Pramatarov, quien conoció la historia de los tres universitarios por Antón Staykov, amigo y compañero suyo y asesor del proyecto.
“Es la historia de tres estudiantes de Historia, de 20 años de edad, quienes, al enterarse de la noticia de la invasión de las tropas soviéticas en Checoslovaquia, decidieron en forma espontánea redactar y difundir octavillas por las calles de Sofía, en las que manifestaban su repudio hacia aquel acto –cuenta Veselín Pramatarov– . La primera vez lograron dispersar unas doscientas octavillas en Sofía y Plovdiv, pero en el segundo intento fueron descubiertos y arrestados. Tras ello fueron condenados y encarcelados, y así toda su vida dio un vuelco”.
Alexándar y Valentín fueron condenados a sendas penas de reclusión de dos años. La sentencia más dura, de once años de cárcel, fue para Eduard Guenov, quien fue excarcelado en 1986 y expulsado de Bulgaria, viviendo con su familia hasta el final de sus días, el 16 de diciembre de 2009, en los EE.UU. Valentín Radev falleció en Sofía en 1995, y el único sobreviviente de los tres, hasta hora, es Alexándar Dimitrov.
“El cómic es un intento por presentar los motivos que impelieron a esos jóvenes, por lo cual esta historia se inserta en una zona intermedia entre nuestro presente y el pasado –explica Veselín Pramatarov– . Marionetas. 1968… es una historia en la que me refiero al búlgaro actual, porque descubro numerosos paralelismos entre aquella época y la que transcurre hoy en día. Cuando uno se pone a sopesar la situación en la que le ha tocado vivir, acaba comprobando que muchas de las cosas que nos suceden hoy residen precisamente en aquel pasado”.
Lo más importante, según Veselín Pramatarov, estriba en la reacción espontánea de aquellos tres jóvenes como manifestación de una conciencia cívica.
”En nombre de las Repúblicas Checa y Eslovaca, puedo decir que, para nosotros, lo que hicieron estos tres jóvenes fue un acto de heroísmo y algo que nadie esperaba ver”, señala entrevistada por Radio Nacional de Bulgaria Dagmar Ostranska, directora del Centro Cultural Checo, al que corresponde lo fundamental en la realización del cómic. A juicio de Dagmar Ostranska, las actuaciones de los tres estudiantes universitarios búlgaros y los acontecimientos históricos objetivos de aquella época, por desgracia, no parecen ser suficientemente conocidos por la mayoría de la gente, lo cual ha sido uno de los motivos para llevar a cabo el proyecto. Y ¿por qué precisamente narrar la historia en un cómic? Según Dagmar Ostranska, de este modo el argumento de la historia llegará con más rapidez y facilidad a los jóvenes y a los niños.
Para Bulgaria, se tratará de un intento novel en su género, de estas características. El título de la historieta proviene del nombre codificado: Marionetas, que los órganos de la Seguridad del Estado de antaño pusieran a los expedientes de esos tres jóvenes.
Después del lanzamiento del cómic en septiembre, se organizarán reuniones de estudiantes búlgaros con el único sobreviviente de aquellos acontecimientos, Alexándar Dimitrov.
En 2018, Eduard Guenov y Valentín Radev (a título póstumo) y Alexándar Dimitrov fueron distinguidos por el Instituto Checo para el Estudio de los Regímenes Totalitarios y el Senado de la República Checa por su defensa consecuente de los principios de la democracia, la libertad y los derechos humanos. Ese mismo año, el presidente de la República Eslovaca, Andrej Kiska, promulgó un decreto para la concesión a todos y cada uno de los tres la prestigiosa distinción estatal La Orden de la Doble Cruz Blanca de tercer grado al mérito civil.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: sofia.czechcentres.cz, Archivo
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