Hoy comienza el Tiempo Pascual. Los días que suceden a la Pascua de Resurrección traen iluminación y esperanza de una vida eterna. La iglesia glorifica los santos apóstoles y la Virgen María, mientras que los creyentes celebran la fiesta en el hogar. El pueblo búlgaro denomina esta semana “vacía” ya que la tradición reza que no deben emprender ningún tipo de labor. 

El lunes de Pascua la euforia de la fiesta, los sabrosos panes dulces y los huevos multicolores abundan en los hogares búlgaros, sobre todo en los que haya niños. En algunas regiones de Bulgaria el día posterior a la Pascua de Resurrección  se practica una costumbre especial relacionada con los huevos. Este rito se hace para que la tierra sea fértil y para proteger la cosecha contra granizadas. Con este fin los jóvenes del pueblo se reúnen en el campo, se dividen en dos grupos y hacen rodar los huevos rojos por el suelo.

El hogar, la familia, la escuela y la casa de cultura son los lugares donde se conservan las tradiciones. Llama la atención que un número cada vez mayor de personas se dan cuenta del papel que desempeñan en las costumbres y el folclore, en la comunicación con los niños y su educación. “Ni la pandemia, ni los problemas de la vida política pueden frenar nuestro ímpetu de conservar lo humano y de abrigar esperanzas para el mañana”, dice Penyo Penev, que ha cobrado fama por su iniciativa de organizar durante más de 10 años los festivales culinarios Mesa variopinta, en decenas de aldeas y ciudades, junto con un concurso de dibujo infantil y obra literaria sobre el tema Las recetas de la abuela.

“Cada búlgaro es un guardián de las tradiciones. La historia lo comprueba, las tradiciones se transmiten en el seno de la familia y nos han ayudado a conservarnos como un pueblo a través de los siglos”, dice Penyo Penev. Califica la edición del concurso de este año como un “milagro”, a causa de los centenares de cartas infantiles que recibió de toda Bulgaria.

“Estamos agradecidos por la organización que crearon en las respectivas poblaciones los ayuntamientos, las escuelas, las casas de cultura, las guarderías infantiles, los clubes, a pesar de las dificultades durante la pandemia y la enseñanza a distancia”.

La preparación de los tradicionales platos búlgaros crea la sensación de un ambiente festivo en días como el lunes de Pascua. Por esto los dibujos infantiles abundan en representar bánitsas, panes festivos y liutenitsa preparada en otoño en los fogones de las casas rurales. “Los manjares de las abuelas siempre son algo más que una comida sabrosa. Evocan el aroma de la infancia y resucitan recuerdos  de juegos y secretos compartidos. Esta emoción está siendo recreada por los participantes en el concurso Las recetas de la abuela ,en 2021”, dice Penyo Penev: 

“Me alegro de que los dibujos de los niños muestren detalles que hayan notado en la casa rural. En estos dibujos vemos ornamentos de los bordados tradicionales, manteles bordados, vasijas tradicionales de cerámica. La mayoría de las obras recrean los colores y la atmósfera de las casas de campo. Aunque no hayan hecho el dibujo más bello lo importante es que los niños se han fijado, se han puesto a pensar sobre el tema de las tradiciones e incluso han plasmado su idea original”.

Versión en español de Hristina Táseva