Belitsa, la pequeña y sosegada ciudad ubicada en el punto donde se encuentran las tres montañas mágicas búlgaras Rila, Pirin y Ródope, es un verdadero hallazgo para los amantes de la naturaleza y el senderismo. En sus inmediaciones se extienden algunas de las comunidades de pino de Macedonia más bellas y mejor conservadas de los Balcanes. Los senderos de montaña, impregnados por el aroma de musgo húmedo, discurren por bosques umbríos de hayas y píceas, donde resuena un coro de pájaros.

Sin embargo, la atracción más llamativa en los alrededores de Belitsa es el Parque de Readaptación de Osos Bailarines, ubicado entre vastas praderas soleadas. Por cierto, resulta que en este ambiente creado artificialmente, los osos viven de cinco a diez años más que sus congéneres en la naturaleza.

Ni siquiera el coronavirus es capaz de hacer desistir a los turistas de entrar en contacto directo con estos animales. El flujo de turistas que desfila junto a las alambradas no disminuye tampoco en otoño, reporta la directiva del Parque, que cierra por hibernación de los plantígrados a principios de diciembre. Hasta entonces, todo el que quiera puede visitarlo para disfrutar de los animales.

Puede conocer más sobre el “paraíso osuno” en la publicación "Belitsa, la ciudad de los osos bailarines y la naturaleza cautivadora” de la colección de Radio Bulgaria.