Al pie de la montaña de Rila, al suroeste de Bulgaria, no lejos de la ciudad de Sámokov, se puede disfrutar del silencio, el aire cristalino y de una naturaleza intacta por la civilización.
Con este fin, en la zona se ha construido un sendero agradable, que parte de la aldea de Beli Ískar y sigue el curso del homónimo río, formando un pintoresco valle. En este lugar la montaña revela algunos de sus rincones más atractivos. Avanzando por la ruta, el turista ve abriéndose ante sus ojos un panorama que quita el aliento. El camino serpentea en medio de bosques de pinos centenarios y a lo largo de extrañas formaciones rocosas, sobre las que revolotean bandadas de águilas. Se han construido glorietas para el descanso, varios puentes de madera y una explanada panorámica con una vista abierta hacia los afluentes del río y las altas colinas opuestas de pavorosos pedregales.
Para los más curiosos hay paneles informativos que brindan detalles interesantes sobre la zona. La ruta es circular y su longitud es de unos ocho kilómetros; su punto más alto está a 1.528 metros sobre el nivel del mar. También hay rellanos habilitados para personas con discapacidad. Se recomienda visitar el lugar entre junio y octubre.
Muy cerca del Valle de Beli Ískar se encuentra la estación de esquí de Bórovets, que es el punto de partida de una serie de rutas conducentes a las zonas altas de la montaña.
Se pueden conocer más detalles sobre esta pintoresca zona en el artículo Un paseo por el valle del río Beli Ískar, de la colección de Radio Bulgaria.
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