Dejados de lado el tema de candente actualidad sobre la pandemia de Covid−19 y el comportamiento aún activo del virus, los últimos días en Bulgaria han pasado bajo el signo de las relaciones entre el primer ministro y el jefe de Estado y de la narrativa política sobre quién y qué se había propuesto con los materiales comprometedores saltados al espacio público. Sobre este telón de fondo, ha puesto rumbo a una participación independiente en la política Tsvetán Tsvetanov, quien fuera el segundo en la jerarquía del partido gobernante GERB. Tsvetanov abandonó oficialmente GERB precisamente en el apogeo del “escándalo” con Boyko Borisov, primer ministro y líder del citado partido.

De hecho, varios meses antes de las elecciones parlamentarias ordinarias en Bulgaria, en la primavera de 2021, ya se van notando “diseños partidistas” cada vez más activos. Distintas figuras públicas, entre antiguos políticos y diputados, empresarios y hasta figuras del mundo del espectáculo, se proponen instituir nuevas formaciones políticas, y todas ellas coinciden en patentizar su objetivo común: derribar del poder a Boyko Borisov y el partido GERB.

¿Cuáles son los proyectos nuevos viables a fecha de hoy?

Es de peso la declaración manifestada por Maya Manólova, antigua diputada por el Partido Socialista Búlgaro (BSP, por sus siglas en búlgaro), ex defensora del pueblo y, hace un año, pretendiente a alcaldesa en las municipales de Sofía. Estos últimos tiempos Maya Manólova tiene una presencia bastante activa en los medios informativos y las redes sociales. Encarnándose en el papel de una bloguera ducha, Manólova se mantiene comentando cualquier noticia más o menos importante con visos de escándalo de la vida política y social de Bulgaria. Al considerar el importante éxito que Manólova obtuviera en las municipales en Sofía, resultaría muy razonable que su plataforma Yérguete.BG pasara a convertirse en un partido político.

Aparece como casi segura otra formación más, la de Slavi Trífonov, popular animador de programas televisivos de entretenimiento, cantante y músico. Su solicitud para la inscripción de su proyecto político, titulado Hay tal pueblo, ya lleva tiempo depositada ante el Tribunal esperando su decisión. Fue hace un año cuando Trífonov manifestaba su deseo de embarcarse en la política, y desde aquel momento hasta la fecha los sociólogos han venido registrando con respecto a él un respaldo público capaz de allanarle su camino al Parlamento de Bulgaria.

El antiguo vicepresidente y estratega electoral del GERB, Tsvetán Tsvetanov, también formará un partido, del cual lo único que se sabe es que será de centro derecha. A estas alturas, cuesta augurar si podrá copar el número de votos suficiente para entrar en el Parlamento, ya que todavía está vivo el recuerdo del escándalo inmobiliario en el que Tsvetanov fue uno de los personajes centrales. Pese a haber sobreseído la Fiscalías Especializada la investigación por inexistencia de evidencias sobre delitos de corrupción y de otra naturaleza, persiste en la conciencia pública un sabor amargo por la facilidad con la que la gente encumbrada es capaz de conseguir inmuebles a precios baratos. Por otra parte, Tsvetanov tiene fama de organizador óptimo de un partido, habiendo sido, además, presidente de la célula electoral del GERB. De manera que no sería de extrañar que Tsvetanov sacara una baza a favor suyo en el período que queda hasta las elecciones.

Estrafalario y valiente, pero “bastante falto de seriedad”, según algunos analistas, ha resultado el “chapuzón” en el mar político del empresario Vasil Bozhkov, prófugo en Dubái, con decenas de cargos por correspondencia formulados en su contra por la Fiscalía de Bulgaria. Por medio de un mensaje de video en su cuenta de Facebook, Bozhkov ha llegado incluso a proclamar el nombre de su futuro proyecto político: Verano búlgaro. A juicio de los analistas, el partido declarado por Bozhkov presenta una fisonomía política vaga y parece más un coqueteo con los medios informativos que una intención sólida, siendo el objetivo del empresario mantener vivo el interés público por su propia persona.

Así pues, a diez meses de la celebración de los comicios parlamentarios ordinarios en Bulgaria, se vislumbran en el horizonte nacional varios sujetos políticos nuevos, más conocidos, de momento, por los personajes que los encarnan que por las ideas que profesan. El tiempo, empero, está por delante para mostrar qué rumbo tomarán tanto los proyectos como sus líderes y enseñar a la vez en cuáles de ellos se fijarán los electores búlgaros.

Versión en español por Mijail Mijailov

Fotos: BTA, BGNES