Seis camiones cargados con un total de 137 toneladas de plástico y metales residuales han sido detenidos a su entrada a Bulgaria en el puesto fronterizo de Capitán Andréevo. Fueron retenidos por los agentes de Aduanas por carecer de la indispensable documentación acompañante para los cargamentos. Los camiones son con matrícula turca, y el destinatario de los cargamentos es una empresa búlgara. “Ha sido una operación exitosa del Ministerio de Medio Ambiente, la Policía de Fronteras y la Agencia de Aduanas. Supongo que los conductores de los camiones estaban conscientes de encontrarse cometiendo un delito”, ha comentado a Radio Nacional Emil Dimitrov, ministro de Medio Ambiente y Recursos Hídricos de Bulgaria. Las autoridades están investigando si en los camiones retenidos se había efectuado anteriormente importación ilegal de chatarra a este país.