“Como comunidad, aspiramos a  que en los próximos tres o cinco años en Bulgaria surjan las primeras empresas con una valoración de más de mil millones. Esto nos colocaría en el mapa mundial para atraer más inversión extranjera”, dijo a Radio Nacional de Bulgaria Dobromir Ivanov, presidente de la Asociación de Startup de Bulgaria. A su juicio, las empresas emergentes búlgaras mostraron una solidaridad envidiable durante la pandemia, así como las empresas de software y de tecnología, que acudieron en ayuda de la población, del Gobierno, de los enfermos y del resto de las compañías. “La crisis ha demostrado la necesidad de trabajar de forma mucho más cercana con las compañías de alta tecnología, ya que éstas proporcionan soluciones que son mucho más sostenibles en una situación crítica”, ha comentado Ivanov.