Una zona céntrica de Sofía, en el territorio del distrito de Izgrev, es el hábitat del mayor número de ardillas que campan por la capital de Bulgaria. A pesar de que el territorio natural de estos mamíferos peludos se va reduciendo constantemente, su población es estable y saludable, opinan los expertos. Su habitáculo son los árboles altos en los barrios con mucha vegetación. Es por eso que el área más verde de la ciudad, Izgrev, en proximidad inmediata al Jardín de Borís, uno de los mayores parques urbanos, ofrece las mejores condiciones para el hábitat, la alimentación y la reproducción de las ardillas. Este distrito es conocido entre los amantes de la naturaleza también por las colonias de ruiseñores que anidan allí, una de las cuales es la más numerosa de Sofía.
"Niño búlgaro yo soy, del verdor de nuestras montañas estoy fascinado; búlgaro llamarme es de mi máximo agrado", escribía con orgullo Iván Vazov, el patriarca de la literatura búlgara, en Bulgaria tras la Liberación en 1878. Hoy, un..
Los búlgaros de Besarabia son una parte “indisoluble del cuerpo búlgaro, de la comunidad búlgara espiritual y cultural. Persistirán ya que el lazo entre ellos y nosotros es inquebrantable”, se señala en el único número del periódico Besarabia búlgara..
La vida de los búlgaros en la República Checa es muy ajetreada. Trabajan en masa en distintas fábricas, el trabajo es por turnos, el cansancio se acumula y la gente no quiere viajar a la capital un domingo sólo para poder votar. Así explica Irena..
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