En relación con la implementación de las medidas de restricción excepcionales en Bulgaria por la situación epidemiológica en el país, el Santo Sínodo ha anunciado en su página web oficial que las Misas Divinas desde la Catedral San Alejandro Nevski serán transmitidas en vivo y en directo a través de la página Facebook del Patriarcado.

De esta forma la Iglesia Ortodoxa de Bulgaria ofrece a los creyentes la oportunidad de participar en los oficios religiosos y atender al mismo tiempo a las recomendaciones de la Célula Operativa Nacional de quedarse en sus casas y no reunirse en grupos.

Pese a la posibilidad de seguir las mismas desde su hogar numerosos creyentes prefieren estar personalmente en los templos donde junto con los sacerdotes rezar oraciones especiales para salvarse de epidemias de enfermedades contagiosas y letales. Algunos han recibido asimismo la Santa Comunión para mostrar a los incrédulos y los escépticos que la Santa Comunión proporciona la mejor protección. El padre Basilio Saryan del Templo de la Transfiguración de Dios de Sofía expresa ante Radio Bulgaria:

“Si los contagios se transmitieran de esta forma hasta ahora no existiría ni la iglesia ni los cristianos. Como clérigos nosotros mismos empleamos el resto de la comunión que quede en el cáliz. Esta lógica significaría que hasta ahora nos hubiéramos muerto porque la gente que se propone tomarla frecuentemente no está consciente de estar enferma de algo. Es ahí precisamente donde aparece el tema de la fe. Quienes se oponen a ello son personas que no tienen ni idea elemental de qué se trata. Uno puede pillar el contagio donde menos lo espera, y en este caso, nosotros de la Iglesia de Dios sabemos que la comunión es un fuego que quema los pecados de los seres humanos, sus defectos y sus enfermedades”.

La iglesia llama a la gente a que cuando proceda a tomar la comunión lo haga con profunda fe. El Redentor en persona ha dicho que llegaba para socorrer a enfermos del espíritu y del cuerpo, y que lo que salvaba a los cristianos era su fe. Con las palabras: “Tu fe te ha salvado, vete en paz y sé sana”, Jesucristo curó a la mujer enferma que se le había acercado con esperanza y fe de ser curada de una dolencia incurable. Por esto los cristianos creen que la comunión, con el cuerpo y la sangre de Cristo es el remedio para cualquier enfermedad. “Si alguien llega a dudar de la comunión esto significa que duda de Dios y ello quiere decir que comete blasfemia”, enfatiza el padre Basilio y agrega:

“El propio Dios ha dicho que si ingerimos algo tóxico en su nombre, este brebaje no nos afectará. La iglesia siempre ha curado no sólo las almas de los humanos sino también sus cuerpos. Hay un número suficiente de milagros que lo prueban y sabemos que en toda la historia de la Iglesia ha sido siempre Dios, por medio de la Iglesia, quien ha salvado a los seres humanos de calamidades, pestes y epidemias. Desde luego, los pragmáticos dirán que ha llegado el fin natural de la epidemia pero a nosotros nos constan los milagros que Dios está obrando y no dudamos de ellos. De manera que no dudamos ni ápice y de ninguna manera que alguien nos pueda contagiar cuando estamos en el templo y cuando servimos a Dios y tomamos la Santa Comunión”. 

El padre Basilio exhorta a la gente a conservar el sentido común. Opina que en el mundo moderno toda persona ha de dar pruebas de mayor inteligencia. La información en medio de la creada situación crítica a nivel mundial es muy dispar, y en las redes sociales han circulado aseveraciones de cualquier tipo. ”Esto, a su vez, conduce a la pérdida de seguridad y mueve a la gente a temer y a alarmarse, y es que precisamente así uno puede perjudicarse a sí mismo”, dice el padre.

“Sabemos muy bien que la autosugestión tiene en ocasiones consecuencias muy graves. Uno puede enfermar y morirse autosugestionándose que está enfermo y, viceversa, con una profunda fe en Dios y de manera milagrosa, una persona desahuciada podría curarse. Esto sucede también ahora, la fe es la que nos va a salvar. La fe es fuerza y si tenemos la convicción invocando la asistencia de Dios nada podrá segar nuestras vidas”.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: BGNES