Cada primavera los niños de la escuela dominical búlgara “Svetlina”, de la ciudad de Zaprozhie, en Ucrania, se preparan con gran emoción e impaciencia para la amada fiesta de la Abuela Marta.

En los últimos 4 años con los niños elaboramos las tradicionales martenizas, globos, borlas o figuras antropomorfas de Pizo y Penda, cuenta la profesora de artes plásticas y bordado, Svetlana Bauleva. Me di cuenta de que los niños en su totalidad no están interesados en el bordado y por esto decidí inventar algo interesante para ellos. El mayor grupo búlgaro de bordados en Facebook me ofreció muchos modelos, les hice copias y las mostré a los niños y ellos eligieron las que más les gustaron para elaborar martenizas. Precisamos todos los temas, hablamos de la simbología y de las peculiaridades de los bordados búlgaros.

Las estupendas martenizas bordadas por los niños llenarán de coloreas las aulas de la escuela y cada niño contará qué simboliza su marteniza, cómo es y cómo ha sido elaborada. El resto de los niños las valorarán y los ganadores recibirán premios como un juego de bordar, hilos, bombones y otros dulces.

Además he pedido a las personas que tienen camisas tradicionales búlgaras y toallas bordadas que las traigan. Formarán parte de nuestra exposición y las compararemos con las ucranianas. Las camisas tienen su simbología y una de las mujeres que las ha bordado nos contará más detalles. Antes de los bordados con los niños estudiamos los trajes tradicionales búlgaros y les conté de los distintos tipos que se solían elaborar. Para ellos era muy interesante no solo verlos, sino tocarlos, dice Svetlana Balueva.

La escuela dominical búlgara Svetlina, de la ciudad de Zaporozhie, existe desde el año 2015. En estos momentos acuden a la escuela 132 niños desde los 3 años de edad hasta adolecentes que se preparan para la universidad. La República de Bulgaria ofrece la posibilidad de educación superior gratuita en universidades búlgaras y en el periodo de 2015 a 2019 se matricularon 49 jóvenes.

En todas las actividades de la escuela participan activamente los padres, porque los niños estudian con ellos para asumir mejor el material docente. De esta manera los alumnos se sienten más seguros en clase y en casa les resulta más fácil estudiar las distintas disciplinas. Y no solo esto:

En Zaporozhie hay una comunidad búlgara pero los niños raras veces acuden a sus reuniones. Este tipo de comunicación en que los niños y los adultos están juntos existe sólo aquí: estudiamos el idioma, nos comunicamos, reina un espíritu de interés hacia todo lo nuevo. Aparte de celebrar las fiestas búlgaras contamos algunas historias de ellas, tratamos de comprenderlas ya que la cultura ucraniana incide bastante en nuestra vida, señala Svetlana Balueva. Las raíces de los ancestros son un lazo con la lejana patria y los niños no se alejan de ella. Sí, somos ciudadanos de Ucrania, pero a pesar de esto en nuestras venas corre un poco de sangre búlgara y no debemos olvidarnos de esto.

Fotos: archivo personal