En el centro de Plovdiv, la Capital Europea de la Cultura 2019, hace poco menos de un par de meses ha tenido lugar el descubrimiento arqueológico de turno: una estatuilla de mármol de la diosa Kibela o Cibeles. El foro septentrional, donde fue hallada, está siendo estudiado desde el año 1986 y es el corazón de la urbe antigua. Es la mayor plaza antigua descubierta en territorio búlgaro y una de las más grandes de los Balkanes, de una superficie total de más de 0,2 hectáreas, de los cuales los investigadores han explorado unos 250 metros cuadrados el año en curso. Ha sido descubierta la parte norte del ágora, la plaza de la antigua Filipópolis −uno de los nombres por el que fue conocida la ciudad− , así como un complejo de edificios públicos. En aquélla, los antiguos habitantes de Filipópolis participaban en eventos políticos y religiosos, y los mercaderes vendían sus géneros.
La estatuilla de Kibela fue descubierta en una capa de la Antigüedad tardía de principios del siglo IV, cuando el cristianismo se afirmaba como religión en los Balkanes y todos los símbolos paganos estaban siendo destruidos. En opinión de Maya Martínova, jefa de las excavaciones, esta sería probablemente la razón por la que la escultura encontrada fue rota y muestra señales de carbonización.
Está realizada en mármol con iconografía tradicional −explica Maya Martínova− . Kibela está sentada en un trono flanqueado por dos leones y sostiene en su mano izquierda un pequeño tambor. La estatuilla, fechada a finales del siglo II al III d.C., es una excelente obra de la pequeña escultura en mármol. Al inicio, Kibela fue una diosa frigia que personifica la Madre Naturaleza, venerada principalmente en Asia Menor. El culto también penetró en las tierras búlgaras a través de las colonias griegas. Durante la época del Imperio Romano, a la que se remonta la estatuilla, Kibela ya era adorada como santa patrona de la prosperidad de las ciudades y de todo el Estado. Nosotros la asociamos principalmente con los colonos frigios en Filipópolis, cuya presencia está documentada.
La escultura de Kibela no es el único hallazgo significativo de los arqueólogos en 2019. Éstos han encontrado también una placa de mármol con una inscripción en griego antiguo, de la que se han conservado ocho renglones. La inscripción es parte de una carta imperial expuesta en la parte septentrional, la más representativa, del ágora de Filipópolis para que su contenido llegara al conocimiento de todos.
La carta es una respuesta a una petición de la urbe o de las ciudades tracias asociadas −comenta Maya Martínova− . Del texto se desprende que la epístola está relacionada con un caso concreto cuya inspección había sido encargada a dos enviados especiales que llegaron a Filipópolis. A falta del texto completo, no está muy claro cuál fue el caso, pero se menciona una multa que debía ser pagada. Al final de la carta se hace referencia a un ciudadano, obviamente de alto estatus social, quien pagaría la multa. La inscripción está fechada a finales del siglo II o principios del III d. C. Lamentablemente, el nombre del emperador no se ha conservado, pero según un experto en epigrafía, se trata del emperador Septimio Severo, quien impuso una multa a Filipópolis por haber apoyado a su oponente, Pescenio Níger, en la lucha por el trono imperial.
En la actualidad, los arqueólogos exploran un estrato cultural de la época romana. Serán documentadas las cuatro fases principales de construcción del ágora de Filipópolis, que se distinguen tanto por el cambio en los parámetros del espacio abierto como por la decoración plástica aplicada del pórtico.
Por ejemplo, la columnata más antigua es de estilo dórico y está hecha de toba amarillenta. Las muestras arquitectónicas más tardías de estilo romano–corintio son de mármol. Estaríamos muy contentos de encontrar más monumentos epigráficos, ya que son los más fiables y valiosos desde el punto de vista científico y de datación, concluye diciendo Maya Martínova.
Versión en español de Daniela Radíchkova
Fotos: archaeologia-bulgarica.com
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