El mar: majestuoso, violento, tranquilo o apacible, con sus diversos colores, matices y estados, es el gran amor de Rosen Poptomov, uno de los artistas de marinas contemporáneos más brillantes de Bulgaria.

Me inspiro en cada detalle, en la gota más pequeña, en las olas rompiéndose en las rocas, en la luz –dice el pintor– . El mar cambia cada segundo. Una vida no basta para dibujarlo, ni siquiera varias vidas.

Comenzó a dibujar a los cuatro abriles. En los primeros años de su infancia estudió escultura, y fue durante la adolescencia cuando se decantó por la paleta.

El mar empecé a pintarlo bastante más tarde, cuando ya había probado casi todos los estilos en las artes visuales y estaba en busca de mí mismo –recuerda– . Haciendo copias de obras de Iván Aivazovsky a pedido de un cliente, fue cuando sentí la fuerza del mar, y me enamoré de él y del movimiento del agua.

En su trabajo, se vale de una técnica inusual y bastante difícil, al óleo, espátulas y pinceles, porque le encanta desafiarse a sí mismo, probar cosas nuevas, experimentar para progresar y mostrar lo mejor de lo que es capaz.

El mar es la angustia del artista, confiesa Rosen Poptomov. Y, ¿cómo es que consigue conquistarlo?

Es una materia realmente complicada –admite el pintor– . Para llegar a dominarlo, es necesario conocerlo muy bien, ver lo que ocurre debajo de la superficie, sentir los procesos que se desarrollan allí. Así, observándolo con detenimiento, uno acaba preparado para retratarlo. Para dibujar al mar hay que conocerlo bien.

Al referirse sobre sus sentimientos cuanto le toca separarse de sus cuadros, comenta:

En mis primeros años, siendo todavía un artista novato, me gustaban mis trabajos. Luego comencé a darme cuenta de que lo que importaba era que gustaran a los demás. Para mí el placer reside en el propio proceso creativo. En el momento en que retiro una pintura del caballete, ya me olvido de aquélla, pensando en la siguiente. De modo que diría que ya me despido con facilidad de mis lienzos.

Hoy, 23 de noviembre, en la ciudad de Burgás, en la costa meridional búlgara del mar Negro, será inaugurada una exposición de Rosen Poptomov, en la que los visitantes podrán deleitarse con una treintena de cuadros nuevos suyos.

Exhibiré lo más reciente de mi creación para que la gente pueda ver hasta donde he evolucionado, ya que un artista debe desarrollarse durante toda su vida. Apostaré por obras más dramáticas, más tempestuosas, por paisaje marinos tormentosos, concluye diciendo Rosen Poptomov.

Versión en español de Daniela Radíchkova

(Imagenes: archivo personal)