Pocos días tras el inicio del nuevo año escolar en Bulgaria, seguimos discutiendo el tema de las reformas en la educación nacional, así como las innovaciones administrativas que se incorporan al proceso educativo. Además de estar equipadas con dispositivos electrónicos que permiten pasar la lista de manera automática, y también con aulas interactivas, a partir del año en curso los centros de enseñanza podrán unirse al programa de Escuelas innovadoras.

Según el reglamento del Ministerio de Educación y Ciencias, los profesores deben presentar su modelo de enseñanza innovador que pueda hacer que las lecciones sean más interesantes y agradables y que facilite el aprendizaje. El programa también prevé la cooperación y el intercambio de nuevos métodos de trabajo entre las escuelas, una nueva forma de organizar el entorno escolar, así como modelos innovadores para gestionar el proceso escolar en general. El programa de prácticas pedagógicas innovadoras abarca ya 395 colegios e institutos de 28 regiones del país. En palabras de Natalia Mijálevska, directora de la Dirección de Educación de los Búlgaros en el Extranjero y Red Escolar del Ministerio de Educación y Ciencias, los maestros incluso son libres de proponer nuevos programas de estudio, integrar asignaturas u sugerir el aprendizaje de otras nuevas.

Lo más importante para el nuevo curso escolar es que todos los maestros estén inspirados y que puedan inspirar a sus alumnos, que superen el formalismo en su trabajo y que se dediquen a la enseñanza y al contacto con los niños –prosigue Natalia Mijálevska– . No se trata sólo de impartirles conocimientos, sino de moldear sus habilidades, actitudes y valores, de encontrar la manera de llegar a cada uno de ellos. En mi opinión, sólo así se pueden lograr resultados efectivos y duraderos en el sistema educativo. Sé que eso es algo que los profesores hacen diariamente y que ponen mucho esfuerzo en ello. Es por eso que este año, el enfoque está en esforzarse cada día a dar pasos pequeños pero significativos para que nuestros niños y adolescentes vayan superándose en todo.

Natalia Mijálevska recuerda las palabras del ministro de Educación, Krasimir Valchev, quien a menudo dice que nada, ni siquiera la tecnología que pueda aplicarse en el proceso de enseñanza puede reemplazar el maestro en la escuela. No se trata sólo de transmitir y acumular conocimientos, se trata de la actitud humana. Un maestro que es justo y dedicado deja un rastro indeleble en la vida de cada persona. De ahí el énfasis puesto por el departamento de Enseñanza en el papel de los docentes búlgaros como motores del cambio.

La innovación va en muchas direcciones, pero lo más importante es que los profesores sean creativos y capaces de adaptarse. Todo lo que hacen debe centrarse en la clase, en sus alumnos –comenta Natalia Mijálevska– . Estamos lejos de la idea de que se hagan experimentos esporádicos con cosas nuevas; los docentes deben ser perseverantes en su trabajo y crear el ambiente adecuado para la innovación, tanto en el aula como en toda la escuela. En este sentido, el Ministerio de Educación y Ciencias ha ideado establecer un Premio Nacional al Docente Innovador. Los maestros pueden ser nominados al Premio por los directores de escuelas, por diferentes organizaciones de las comunidades locales, a nivel regional y nacional. Los educadores distinguidos formarán un Club Nacional de Innovadores y podrán popularizar su experiencia en todo el país, a fin de difundir el conocimiento de lo que hacen. Además, serán apoyados por el Ministro de Educación para participar en ferias educativas mundiales y europeas, concretamente en Londres y Dubai.

Versión en español de Daniela Radíchkova
Fotos: ischools.bg