El proyecto video Beat. de la Fundación “Fine Acts” ha sido visionado por más de 120 000 usuarios en sólo un año, tras haber sido difundido por distintas plataformas en Internet. Los autores del interesante experimento dicen haber logrado alcanzar en gran medida su objetivo: descorrer el telón y enfocarse en este tema de candente actualidad que es la violencia intrafamiliar de la que las mujeres continúan temiendo hablar abiertamente. La idea sobre el tema del proyecto se gestó tras haberse públicado una alarmante estadística europea, según la cual, una de cada cuatro féminas en Bulgaria habría sufrido violencia doméstica bajo una u otra forma. El equipo de la citada fundación, sin embargo, no va orientando la atención del espectador hacia los feos traumas psíquicos y espirituales, sino que indaga en el silencio pernicioso que rodea las formas de la violencia intrafamiliar. La instalación interactiva Beat. aparece como una forma de provocación hacia una sociedad como la de Bulgaria , que reacciona a cualquier ruido familiar más fuerte, con tal de que éste no sea consecuencia de un escándalo o pelea en el hogar de uno.

Nuestro video es de carácter educativo desde el punto de vista del papel que podríamos asumir como una sociedad civil, dice Maxim Stoimenov, director de Comunicaciones de la fundación “Fine Acts”. No pretendemos imputar culpas, no queremos alterar la legislación, pese a que son muchos quienes creen que esto es indispensable. Es que hay pasos que, como ciudadanos, podemos dar y ellos no nos colocarán ante peligro alguno. A menudo la gente dice que ni la policía coopera. Hay necesidad de que aprendamos a resolver solos el problema. Nuestro video presenta un lugar en que había ocurrido algo terrible: rodamos secuencias del video en el edificio donde había sido cometido el enésimo asesinato en el seno de una familia búlgara. Alquilamos un piso y, sin avisar a los vecinos, decidimos averiguar cuán rápida sería su reacción si en ese edificio residencial alguien tocara ruidosamente instrumentos de percusión. Los búlgaros estamos acostumbrados a escuchar, los fines de semana y en los días feriados cómo los vecinos hacen algún tipo de reparaciones en sus apartamentos y el ruido de esas obras nos molesta e irrita. En cambio, cuando se produce una riña violenta en una familia propendemos a no hacerle caso. Por esto, nuestra idea en el apartamento alquilado era averiguar la reacción de los vecinos, tocando unos tambores que producen un ruido atípico en el hogar. Los vecinos reaccionaron inmediatamente a ese ruido. En comparación con los 50 minutos en que había habido gritos hasta que se llegara a la muerte de la víctima, ahora la reacción al ruido de los bombos se produjo en menos de 2 minutos. De haberse reaccionado con tanta prontitud a la violencia doméstica, el desenlace hubiera sido otro. Los psicólogos tienen su explicación y señalan que el propio acto de violencia es extraordinariamente emocional pero no racional. Al tratarse de relaciones entre dos personas, el grado de la tensión va subiendo. Si en un momento como ese, alguno de los vecinos sólo llamara a la puerta de la familia en violenta disputa para pedir un poco de sal o vinagre, tal hecho mitigaría la agresividad y reduciría la energía de la emoción. Es importante que eso lo sepa la mayoría de las personas, ya que así podría ayudar.

Maxim Stoimenov, que es también percusionista, ha participado asimismo en el rodaje del video. Opina que éste tiene un fuerte impacto en los espectadores porque es un experimento social real y ninguna de sus secuencias ha sido fingida.

Los datos de la estadística europea fueron largamente comentados y debatidos en los medios informativos pero a pesar de todo, nada ha cambiado. Los casos de violencia doméstica incluso se han ido volviendo más numerosos y, desgraciadamente, han subido los de desenlace fatal para las víctimas. Tal ha sido el caso de la mujer de Sofía a la que se refiere en concreto también nuestro proyecto. Cuando existe, obviamente, algún problema en el trato dado a las mujeres en el ámbito público y el espacio personal hay que buscar las raíces del problema, para que no se llegue a que sea segada la vida de un miembro de una familia en la que, en la mayoría de los casos, también los hijos han de sufrir el trauma de la violenta desaparición de su mamá. Según la estadística, las mujeres se hacen víctimas de un individuo violento en el seno de su familia y no de un individuo violento casual de la calle.

La concepción sobre el proyecto Beat. fue elaborada hace un año por un equipo presidido por el director Eddy Schwarz. El resultado es fruto de la labor de unos profesionales que confían en la causa y pretenden que, en alguna manera, se llegue a solventar este problema que está agobiando a nuestra sociedad, concluye Maxim Stoimenov.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: fineacts.co