Los pensionistas en Bulgaria suman poco más de 2 000 000 y la pensión media actual es de 198 euros, si bien es verdad que un porcentaje enorme de la gente de la tercera edad vive con menos de la mitad de esta cuantía. Una buena parte de los jubilados residen en regiones en franco deterioro económico en las que no es raro comprobar la existencia de aldeas de menos de 20 habitantes.

Hoy, sin embargo, dejaremos de lado la política del Estado con respecto a las personas de la tercera edad y nos entrevistaremos con Kiril Baldev, un joven de gran corazón, de sólo 17 años de edad que, sin embargo, lleva ya cuatro años dedicado a iniciativas benéficas. En ellas ha recopilado y donado libros, ha promovido bazares, ha recaudado recursos para una compañera de clases, herida en un accidente. Sus dos iniciativas más recientes se han proyectado a los pensionistas y las personas solitarias.

Por las Navidades conseguimos ayudar a gente de 10 aldeas, dice. Cada pensionista recibió una bolsita con productos alimenticios de primera necesidad. Por la Pascua de Resurrección he decidido promover también una campaña. La he llamado “Pan dulce para cada pensionista”. Es que considero que el día de Pascua tenemos que acordarnos de esas personas ancianas, de esas abuelas y abuelos, socialmente desaventajados y que llevan una vida solitaria. Al comienzo incluimos en la campaña 10 pueblos del Noroeste de Bulgaria. Habíamos previsto atender a 360 personas de la tercera edad, pero al comprobar la extensa oleada de apoyo, resolví incluir otra decena más de aldeas del municipio Ródope.Total, hemos repartido más de 700 panes dulces.

El joven ha logrado “contagiar” a familiares, amigos, compañeros de clases y hasta a gente totalmente desconocida con sus causas y ahora cada vez mayor número de búlgaros se transforman en protagonistas de la materialización de sus ideas. ¿Por qué ha optado por tenderles una mano precisamente a las personas de la tercera edad?

He elegido a los pensionistas porque creo que a ellos no se les presta la debida atención ni se les brinda mucho apoyo con un cariño verdadero, dice Kiril Baldev. Hay que ayudarle a esta gente. Estimo que cuando uno está obrando el bien no lo debe hacer sólo un par de veces al año, sino en todos los doce meses de éste. De modo que quisiera exhortar a los búlgaros a no hacer e bien exclusivamente con determinados motivos o festividades. Hay que estar dispuesto a actuar así siempre y hacerlo de todo corazón. Estas personas de la tercera edad siempre tienen qué enseñarnos, en fin han permanecido en Bulgaria, han estado trabajando tantos años. Podemos aprender gran número de historias sobre Bulgaria de la época de su vida activa, podemos tomar ejemplos de esas personas.es que los pensionistas son para mí gente importante ya que gracias a su trabajo Bulgaria se ha edificado y está existiendo.

La próxima iniciativa de beneficencia de Kiril se organizará el 23 de mayo, día de su cumpleaños. En ese día él anunciará las campañas nuevas,, hablará de manera más extensa sobre sus ideas y de sí mismo. Ha pedido a cuantos acudan a esa reunión que lleven sendos libros nuevos, que luego serán donados a casas de cultura con bibliotecas deficientes. Kiril dice ahora por qué ayudar a la gente le produce una autentica satisfacción.

Porque luego veo las sonrisas de esas personas, compruebo la gratitud que sienten. Al donar dejas una partícula de tu vida en las de ellas y esta gente realmente te recordará por el bien que has hecho. Son cosas hermosas que uno ha de hacer ya que, en definitiva, tiene que dejar algo tras de sí, concluye Kiril.

Versión en español por Mijai Mijailov
Fotos: Archivo personal