Milena Stefanova empezó a tejer cuando aún iba al colegio, absorbiendo los conocimientos de su madre y su abuela. Ha llevado consigo el amor por la belleza y la exquisitez a lo largo de los años, creando con hilo maravillosos bolsos y tejidos, la mayoría de los cuales regala a parientes y amigos. Hace poco decidió presentar su obra a un público más amplio y, de forma inesperada para la propia Milena, sus productos fueron muy bien acogidos, lo que la ha incentivado a elaborar no solo nuevos modelos, sino también nuevos accesorios. Un ejemplo son los guantes, cada vez más solicitados por los modelos interesantes que realiza y las coloridas combinaciones.

En mi mente surge un modelo, me imagino algo y empiezo a tejer, sin un patrón previo, sin nada. Y a medida que voy tejiendo sale algo completamente distinto. Esto es muy malo en lo que respecta a los guantes, porque al tejer uno, a veces es muy difícil hacer lo mismo con el otro, y se pueden obtener uno izquierdo y uno derecho muy diferentes, dice Milena Stefanova, riendo. Más tarde comencé a grabarme, y algunos de los patrones los repito tan a menudo que ya me los conozco de memoria. La mayoría de los modelos los concibo yo, para algunos, saco la idea de alguna parte, pero siempre agrego algo sobre la marcha.

La artesana reconoce que al principio cometió muchos errores, que ha llegado a tejer y deshacer muchas veces antes de obtener lo que tenía en mente. Con el inconfundible instinto de un verdadero artista, experimentó con diferentes tipos de hilos, añadió varios elementos, y lo único que le falta es tiempo.

Confeccionar un par de guantes me lleva un par de días. Si quisiera hacer todos los modelos que tengo, probablemente necesitaría un año, explica Milena. He decidido ponerme al día y tejer incluso en verano, porque el invierno que viene quiero alegrar a la gente con muchos modelos diferentes. Siempre llevo conmigo los bártulos de tejer: ya sea en casa de otras personas o viajando en coche, siempre tengo una bolsa con varios tipos de hilo y agujas de punto, porque nunca se sabe qué decidiré tejer.

La joven no tiene unos guantes favoritos, pero debido a su falta de tiempo libre, tiene tres modelos básicos:

Unos tienen flores con pétalos de satén y una gran variedad de botones de metal, cuentas y otros adornos. No son para el invierno porque no calientan tanto como para eso, pero creo que son una joya en la mano de la mujer. Otros son guantes llamados "escamas de dragón". El modelo no es mío, pero gustan mucho. Pocas mujeres tejen guantes de este tipo aquí en Bulgaria, en general son más conocidos en otros países, pero son realmente muy interesantes. Y el tercer modelo son guantes con círculos concéntricos. He “robado” la idea básica, pero la he adaptado. Semejan soles, o incluso mandalas. Cada uno puede interpretarlos a su manera, explica Milena Stefanova.

El mayor premio para todo artista, por supuesto, es la alegría y la felicidad de la gente al recibir las maravillosas creaciones, tejidas con tanta imaginación y energía positiva.

Quiero decirle a la gente que preste más atención a las cosas hechas a mano y que apueste por ellas, dice Milena. Hay tantos “souvenirs” y cosas parecidas hechas por mujeres como yo en casa. El mercado está inundado de productos chinos similares, recorremos centros comerciales y nos gastamos mucho dinero en esas cosas, cuando podríamos adquirir algo creado específicamente para nosotros. Creo que los artistas que elaboran objetos únicos ponen mucha energía positiva en cada artículo, y eso siente cuando se usan.

Y los elegantes guantes de Milena son una forma excelente de ponerle color a nuestra gris vida cotidiana.

Versión en español por Marta Ros
Fotos: Archivo personal