El Gobierno de Boyko Borisov ha propuesto al Parlamento que apruebe el inicio de negociaciones con Estados Unidos para la adquisición de cazas F-16 Block 70 y que permita que el contrato futuro se "desvíe" de las condiciones previas que deben cumplir los participantes en subasta Parece que la saga sobre la adquisición de nuevos cazas para la aviación de combate, que comenzó hace años, va llegando a su fin. Pero al mismo tiempo, las dificultades se agudizan y multiplican.

El Gabinete ha realizado su propuesta independientemente de las diferentes posturas al respecto del presidente Rumen Radev, del Partido Socialista Búlgaro (BSP), principal partido opositor, del Frente Nacional para la Salvación de Bulgaria (FNSB) y del pequeño partido opositor "Volya". Según el presidente Radev, el procedimiento para seleccionar nuevos cazas de las Fuerzas Aéreas ha sido incorrecto y el marco financiero preliminar para su compra debe respetarse. El FNSB desea que se cancele el procedimiento para la selección de nuevos aviones. Según el Partido Socialista, la elección de los F-16 es la culminación de los golpes que "el Gobierno está asestando al Estado de Derecho y al parlamentarismo en Bulgaria". Por su parte, el partido "Volya" se opone a la compra de cualquier tipo de cazas. Se prevé que en el Parlamento vote en contra de la propuesta el partido nacionalista considerado pro-ruso “Ataka”, que, al igual que el FNSB, también participa en el Gobierno en la coalición “Patriotas Unidos”. El Movimiento por los Derechos y las Libertades ha adoptado una posición de espera, y por ahora no se ha pronunciado sobre el tema, pero la mayoría cree que probablemente votará a favor.

En semejante configuración de posiciones, la formación de una mayoría parlamentaria que apoye la propuesta del Gobierno es complicada. Si el Partido Socialista, el Frente Nacional para la Salvación de Bulgaria, “Ataka” y “Volia” se oponen al inicio de las negociaciones para la compra de los F-16, solo se podría obtener la mayoría en caso de que los votos del Movimiento por los Derechos y Libertades se sumaran a los de GERB y el tercer partido de los Patriotas Unidos, VMRO (Movimiento Nacional Búlgaro). Ello sería un signo de una nueva proporción de las fuerzas políticas del país. Por un lado, indicaría división de la coalición gobernante en un tema estratégico y, por otro, sería un signo de cambio de actitudes en las interacciones políticas, porque hasta ahora GERB y especialmente VMRO diferían en las interacciones con el Movimiento por los Derechos y Libertades. Formalmente, cualquier apoyo del Movimiento por los Derechos y Libertades a los partidos gobernantes GERB y VMRO no se calificarían necesariamente como una interacción, pero en cualquier caso se consideraría una oportunidad para lograr una mayoría en el Parlamento sobre otros temas controvertidos.

El complejo debate que ha surgido sobre la adquisición de los nuevos cazas coincide con el inicio de las campañas de GERB y del Partido Socialista previstas para la segunda mitad de enero. En 2019 habrá elecciones regulares para los eurodiputados y las autoridades locales, y el Partido Socialista aspira a trabajar también por el voto parlamentario anticipado. Los partidos del socio pequeño de la coalición de GERB en el poder ejecutivo (VMRO, el Frente Nacional para la Salvación de Bulgaria y “Ataka”) llevarán a cabo campañas por separado, lo cual no descarta, sino que exacerba, sus relaciones con GERB. La controversia respecto a la adquisición de nuevos cazas y la inevitable controversia de las elecciones impulsarán la rivalidad política. En los próximos días se verá cómo y hasta qué punto.

Versión en español por Marta Ros