Más de un millón de ciudadanos búlgaros en edad activa están barajando la posibilidad de emigrar al extranjero, siendo una buena parte de ellos personas de ingresos inferiores al salario medio en este país, de 559 euros. Teniendo en cuenta el millón y medio de búlgaros que emigraron en la última treintena de años, se está volviendo claro que uno de cada tres bebés búlgaros nace en un país extranjero. En estos términos ha resumido los datos del sondeo sociológico “Migración laboral”, efectuado por encargo de la Fundación Friedrich Ebert, Ivaylo Kalfin, ex ministro de Política Social y miembro del Consejo Directivo del Instituto de Economía y Relaciones Internacionales.

La encuesta fue llevada a cabo el pasado mes de septiembre y abarcó a 1000 personas de edades comprendidas entre los 18 y los 64 años. De los datos se desprende que el retrato típico del ciudadano búlgaro que tiene la intención de emigrar al extranjero es el de una persona de sexo masculino, residente en una cabecera de provincia, con nivel de educación media y que propende a buscar trabajo no de por vida, sino por un período de unos cinco años. Las propensiones de estas personas no apuntan a una emigración duradera pero hay que señalar que, si en la UE la mitad de quienes emigran a otros países luego retornan a su país de origen, en Bulgaria la mitad de quienes regresan a la patria luego pretenden volver a partir. Los motivos principales para la emigración estriban en los bajos sueldos en Bulgaria”, ha dicho además Ivaylo.

A largo plazo, el Estado acabará perdiendo potencial por la fuga de recursos laborales. No son faltas de realismo las expectativas de incrementar la remuneración del trabajo en Bulgaria con el fin de retener aquí a los emigrantes en potencia. Estas personas ven bien claro que tendrán que hacer bastantes concesiones en lo tocante a su cualificación profesional y su calidad de vida mientras estén en el extranjero. Es que las rentas son un tema importante y cuando se dice que en Bulgaria los ingresos están aumentando con rapidez, la verdad es que se trata de un aumento medio estadísticamente. En efecto, los ingresos de algunos grupos laborales realmente crecen con gran rapidez pero hay un grupo de ciudadanos búlgaros cuyos sueldos prácticamente se encuentran congelados y son muy bajos. De un poco más de 4 millones de búlgaros en edad activa - de 18 a 64 años- casi un millón barajan la posibilidad de emigrar, lo cual empero no significa que lo vayan a hacer. No se trata únicamente de personas jóvenes, sino de gente repartida de manera bastante uniforme en diferentes grupos de edad, incluidas personas bastante entradas en años. La seguridad es la otra faceta de peso que atiza la propensión a emigrar. No se trata tanto de una seguridad física, sino de una certidumbre social y de la posibilidad de que uno pueda acceder a la asistencia social y sanitaria y planear su vida de cara, al menos, a los próximos 15 años. Son importantes el sistema de medidas sociales y la relación entre la vida laboral y privada. Se trata, pongo por ejemplo, de la posibilidad de que la gente crie a sus hijos en condiciones de tranquilidad. En muchos países de Europa las casas cunas y guarderías infantiles son gratuitas, hay posibilidad de optar por un horario laboral flexible. Tales medidas se han previsto también en la legislación búlgara, pero son ignoradas y se aplican muy poco. Hay que otorgar seguridad a los matrimonios de personas jóvenes de que mientras los cónyuges se encuentren concentrados en su trabajo, sus hijos disfrutarán de los respectivos buenos cuidados.

El sondeo se encuentra acompañado por propuestas concretas de determinadas políticas, ya que la solución de los problemas no se agota únicamente con las mejoras en la retribución laboral, dice Ivaylo Kalfin , y continúa.

Es muy importante salir de la función meramente emocional de que queremos que los ciudadanos búlgaros y los de raíces búlgaras lleguen a Bulgaria. Es que hay que promover medidas concretas. Por su política actual, Bulgaria no es capaz de ofrecer buenas condiciones. En toda Europa estamos buscando personal para los sectores turístico, transportista, etc., de Bulgaria. ¿Cómo se podrá contratar a un conductor o empleado en el turismo con los sueldos pagados en Bulgaria, para qué una tal persona preferirá llegar a Bulgaria a tener que ir a otro país de Europa? Hay que plantear, a estas alturas, la cuestión de los bajos ingresos que, para colmo, son los únicos en Europa gravados con impuestos. Por cierto, tenemos en Bulgaria un impuesto bajo, pero hay otro que se traduce en deducciones del salario mínimo interprofesional. Si pretendemos que esas personas vuelvan a Bulgaria deberemos hacer de manera que su adaptación aquí sea fácil. Deben dominar el idioma búlgaro y disponer de escuelas en las que continuar su formación en Bulgaria. Una buena parte de los emigrantes laborales búlgaros están sopesando posibilidades para retornar a Bulgaria y montar algún negocio con el dinero que hayan ahorrado. Por esto podemos, por un lado, retener a quienes pretenden irse de Bulgaria, y, por el otro, propiciar condiciones para una parte de quienes ya se han ido al extranjero, para que cuando regresen a este país, disfruten de condiciones laborales parecidas a las que actualmente tienen, concluye Ivaylo Kalfin.

Versión en español por Mijail Mijailov