El 25 de julio el ministro de Agricultura, Alimentación y Bosques, Rumen Porozhanov, prohibió la caza en grupo de jabalíes en territorio de Bulgaria como medida preventiva para evitar la propagación de la “peste porcina africana, enfermedad contagiosa especialmente peligrosa”. Esta orden cancela los cambios del 11 de julio en la Ley de Caza y Protección de Animales Salvajes, con los que se decidió dar comienzo a la caza grupal de jabalíes a mediados de verano. Los cambios preveían que la caza en grupo de jabalíes empezara el 25 de julio, en vez del 1 de octubre, y a los días asignados a la caza, sábado, domingo y fiestas oficiales, se añadía el miércoles, con el objetivo de cazar alrededor de 120.000 jabalíes. La medida tiene como motivo principal detener la propagación de la peligrosa enfermedad porcina. La decisión del ministro Porozhanov de cambiarla por la orden del 25 de julio ha sido influenciada por las reacciones de la Asociación Nacional de Caza y Pesca, la Unión de Cazadores y Pescadores de Bulgaria (NLRS – SLRB, por sus siglas en búlgaro) y la mayoría de organizaciones medioambientales, que advirtieron que causaría enormes daños, no solo a la naturaleza:     

Desde nuestro punto de vista, era una decisión equivocada, porque en esa época del año la caza en grupo creará muchas condiciones para incidentes con personas, afirma Vasil Vasilev, presidente del consejo consultivo de la NLRS – SLRB. Se trata no solo de cazadores, sino de todos los que se encuentren en territorios boscosos, como recolectores de hierbas o buscadores de setas. Por otro lado, será perjudicial para las poblaciones de otras especies de caza, como ciervos y corzos. Me alegra que el ministro Porozhanov haya escuchado nuestros argumentos, y con la orden que ha emitido ha hecho lo necesario para proteger el interés público. 

Hasta ahora en Bulgaria no ha habido brotes registrados de peste porcina africana, que en Europa lleva unos cuatro años extendiéndose. Entres los países afectados se encuentran Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Hungría y Rumanía. En Rumanía se han detectado decenas de nuevos brotes en las últimas semanas, incluyendo la región de Tulcea y Constanza, a solo 60 kilómetros de la frontera terrestre con Bulgaria. Para detener la penetración de la enfermedad se está construyendo una alambrada, pero según los cazadores es demasiado ligera y no podrá con los jabalíes. 

Son animales excepcionalmente fuertes, y cuando están bajo un gran estrés pasan a través de la valla, especialmente si no está suficientemente reforzada con alambres de acero que soporten el peso del animal, explica Vasilev. 

No hay vacuna contra la peste porcina, y si se toman muestras de animales infectados, según las instrucciones de la Agencia Búlgara de Seguridad Alimentaria, deben enviarse al único laboratorio del país, en Sofía. En caso de mayor caza de jabalíes surge la pregunta de si el laboratorio tendrá capacidad de realizar a tiempo los análisis necesarios y cómo y dónde almacenar la gran cantidad de carne proveniente de la caza intensiva. Por eso los cazadores piden una mejor coordinación tanto en la toma de muestras como en el envío de resultados, para limitar al máximo la propagación de la infección: 

Lo característico de esta enfermedad es que se propaga principalmente a través de la gente, y la posibilidad de que viaje grandes distancias a través de los animales salvajes es significativamente menor. Por este motivo debemos tomar medidas en todo el territorio del país, porque mientras se espera que la enfermedad venga de Rumanía podría venir por el sur de Bulgaria. La mortalidad asociada con la enfermedad y los daños para la economía son enormes, afirma, categórico, Vasil Vasilev. . 

Es importante saber que al registrarse la infección en Bulgaria “el movimiento de animales y personas en un radio de 10 kilómetros de los focos de infección es inaceptable”, y eso implica limitar la caza.  

Versión en español por Marta Ros
Fotos:  slrb.org