El primer ministro de Bulgaria, Boiko Borisov, hizo una visita a Moscú el 30 de mayo. Estaba previsto que continuara hoy también, pero fue acortada con la explicación de que Borisov tenía tareas inaplazables en Sofía. Evidentemente el orden del día de las conversaciones fue agotado, de otro modo se hablaría de que la visita fue suspendida.
Hace un par de días, tras conversaciones del presidente Rumen Radev en Moscú, el presidente Vladimir Putin había expresado que esperaba que “las relaciones ruso-búlgaras se reanudaran en pleno formato”. Ahora, después de reunirse con el primer ministro Borisov, Putin comentó que las conversaciones fueron “bastante fructíferas”. Tanto la parte rusa como la búlgara expresaron sentir que el proyecto del gasoducto Corriente del Sur, que iba a pasar por Bulgaria, fuera suspendido, pero al mismo tiempo manifestaron que hay que encontrar una fórmula para incluir a Bulgaria en los suministros de gas ruso para Europa. El deseo expresado la semana pasada por el presidente Rumen Radev de suministros directos de gas ruso a Bulgaria no fue debatido, pero la parte rusa se mostró inclinada a bifurcar el gasoducto “Corriente turca” hacia Bulgaria. Un medio informativo en Sofía comenta esta circunstancia bajo el título de “Putin nos perdonó y “Corriente truca” se desvía hacia Bulgaria”, pero no es así. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, puntualizó que no había un acuerdo de suministros de gas para Bulgaria mediante “Corriente turca”, sino que existía el deseo de Sofía de recibir una desviación y muchas interrogantes por dónde debe pasar y qué fronteras cruzar. Como hasta ahora, Moscú sigue afirmando que materializar un semejante proyecto es imposible sin determinadas garantías por parte de la Comisión Europea y de Bulgaria.
La agencia TASS comunicó que para las entrevistas del primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, con Boiko Borisov había intervenido el jefe de la “Lukoil” rusa, Vagit Alekperov. La visita de Borisov a Moscú fue por invitación del presidente Putin, pero aun así, es extraño que las conversaciones entre los primeros ministros no fueron programadas con anticipación. Los dos primeros ministros no hablaron concretamente de realizar la tan pospuesta 16ª sesión de la Comisión Intergubernamental de Cooperación Económica y Científico-técnica, algo que se había mencionado en las conversaciones de la semana pasada entre Medvedev y el presidente Radev. Medvedev señaló que había llegado el momento de debatir determinados parámetros de la cooperación económico-comercial, de energía, turismo y transporte, y de esto se puede entender que los dos países no están dispuestos a “remisiones”, sino que piensan superar los problemas, que dificultaban sus relaciones en los últimos años, de forma pragmática.
La visita de Borisov en Moscú se relacionaba también con algo nuevo en torno al futuro del proyecto congelado para la segunda central nuclear búlgara, la de Belene. El presidente Putin dijo que la parte rusa está lista para retornar al proyecto de construcción de esa central y, Borisov, que en estos momentos Bulgaria dispone de dos reactores y área de construcción de la central y quiere que el proyecto funcione a base del principio de mercado. La “Rosatom” confirmó que continuará a suministrar de combustible nuclear a la Central Nuclear de Kozloduy, así como también que ayudará en la modernización de la central para prolongar la vida de su sexto reactor. Estas posiciones, sin embargo, no representan ninguna novedad, y de haber tal, la podremos esperar eventualmente después de que el Parlamento búlgaro vote una propuesta del Gobierno de reinicio del proyecto de la central nuclear de Bélene. De cualquier forma, hay interés porque “Rosatom” está dispuesta a participar en una licitación para entrar en el proyecto basado en un principio de mercado.
Las intenciones tanto para el gasoducto “Corriente Sur” como para la central nuclear de Belene, coinciden y dan esperanzas, pero aun tras la visita del primer ministro, Boiko Borisov a Moscú, su realización sigue estando en el ámbito de las buenas expectativas.
Ahmed Dogan, presidente de honor de la Alianza por Derechos y Libertades y líder de dos listas de esta formación, ha declarado que no asumirá un escaño en la 51ª Asamblea Nacional. "Mi lugar no está en el Parlamento. He pasado demasiado tiempo allí como..
El voto de los electores en las elecciones parlamentarias anticipadas del 27 de octubre ha trazado un Parlamento aún más variopinto. Los pronósticos preliminares vaticinaban una Asamblea nacional de 9 partidos, pero los resultados que la Junta..
Voto por inercia. Un voto con una última gota de esperanza de que mañana todo irá bien y que la próxima “ocasión electoral” de vernos, será ya dentro de cuatro años. Un voto de amargura de cara a los políticos, a nosotros mismos, y a quienes no fueron a..