A los 12 años conoció a la entrenadora Elena Simeonova, la que notó su capacidad física excepcional y lo invitó a entrenar con su grupo.

Nikolay se graduó en la Escuela Secundaria de Comercio y Banca en su ciudad natal, Burgas. Luego cursó la especialidad de historia y pedagogía en la Universidad de Sofía “San Clemente de Ojrid”, pero la gimnasia rítmica es su amor a primera vista. A sus quince años resultó que no podía competir en Bulgaria, ya que en nuestro país este deporte no se practica por hombres. Y entonces decidió emprender el único camino lógico: ser entrenador y así a los 17 años obtuvo licencia de juez en gimnasia rítmica.

Al principio me acogían mejor en el extranjero –cuenta Nikolay Boev de sus primeros pasos como entrenador–. En Bulgaria se mostraban un tanto escépticos pero con el correr del tiempo supe demostrar mis habilidades y en estos momentos me conciben totalmente competitivo no sólo en la selección nacional, sino también en toda Bulgaria.

Su habilidad de manejar aparatos de gimnasia rítmica le ayuda a transmitir sus conocimientos a “sus chicas” –las jóvenes esperanzas de la gimnasia rítmica búlgara–. Los resultados no tardan. Ahora Nikolay Boev entrena a dos gimnastas de la selección nacional –Verónica Lubchova  y Petia Borisova, las que en un breve plazo, desde principios de 2018, representaron dignamente a Bulgaria en torneos internacionales en Noruega, Budapest, Kiev, Sofía.

Le están ofreciendo trabajo en todo el mundo. Su exitosa carrera fue notada por la entrenadora personal de la tres veces campeona mundial Yana Kudriavtseva –Elena Karpushenko–:

Conozco a la Sra. Karpushenko desde hace bastante tiempo y ella muchas veces me ha dicho que le gusta mi trabajo  y que mi estilo es reconocible. Ella y Kudriavtseva participaron en la Copa Mundial en Sofía en 2017. Durante la actuación de mi competidora Petia Borisova ellas le aplaudían y Yana la saludó, y a mi también, por el alto nivel como gimnasta.

Pese a todo, Nikolay Boev decidió quedarse en Bulgaria porque piensa que su realización profesional debe continuarla aquí. En 2016 abrió un club en el que trabaja con las pequeñas gracias por la gimnasia rítmica búlgara. ¿Es severo el único entrenador en Bulgaria y hasta hace poco en Europa de gimnasia rítmica?

¡Sí! Me considero severo! Al principio no lo era tanto pero con el tiempo me di cuenta que es muy importante que seas estricto en la sala, que seas severo pero al mismo tiempo justo. Las chicas deben tenerte respeto. No es bueno mezclar las buenas relaciones y la amistad con el proceso de entrenamientos. Porque durante los entrenamientos trato de enseñarles que sean profesionales y que sepan que desde el primer minuto hasta el último deben entregarse de pleno.

Nikolay Boev les enseña a sus alumnas a que sean fuertes y laboriosas. Que puedan, sepan y se esmeren. Que todo se logra trabajando mucho con persistencia. Estamos convencidos de que la joven generación de “chicas de oro” harán realidad el sueño de Nikolay –que una alumna suya participe en Juegos Olímpicos–.

Versión en español por Ludmila Sávova
Fotos: Archivo personal