Hasta finales de enero de 2018 en dos de las salas del Museo Arqueológico Nacional de Sofía se puede ver la exposición Oro y bronce, metales, tecnologías y contactos en los Balcanes Orientales en la Edad de Bronce. La muestra se enmarca en el proyecto conjunto del Museo Arqueológico Nacional, adscrito a la Academia de Ciencias de Bulgaria, y el Instituto de Arqueología Oriental y Europea, de la Academia de Ciencias de Austria, dedicado al Camino de Oro de los Balcanes en la Edad de Bronce.

En el marco del mismo proyecto a comienzos de 2017 en el Museo de Historia del Arte de Viena fue montada la exposición El primer oro: Adá Tepé, la mina aurífera más antigua de Europa. La distinción entre las dos exposiciones reside en que la de Sofía exhibe mayor número de objetos, más de 600, ofrecidos por los fondos de 29 museos arqueológicos y de historia regionales de Bulgaria. El Dr. Jristo Popov, subdirector del Museo Nacional de Arqueología y curador de la muestra, dice:

La idea ha sido mostrar los resultados de un proyecto científico primordial para nosotros, que llevamos realizando desde hace años con nuestros colegas austríacos y con representantes de diversas instituciones búlgaras e internacionales relacionadas con la exploración de Adá Tepé, la mina aurífera de la Edad de Bronce situada en la zona de la actual ciudad de Krumovgrad. Hemos pretendido mostrar no sólo los objetos, hermosamente ordenados, sino también encauzar la atención de los visitantes a la Historia. A tal efecto hemos rodado filmes y hemos hecho reconstrucciones digitales para visualizar de manera más amplia y adecuada la información que ofrecemos.

El Dr. Popov explica a cuáles épocas pertenecen los artefactos y de cuáles esferas del desarrollo social son testimonio:

Toda la Edad de Bronce, para las actuales tierras búlgaras, abarca el período desde el cuarto milenio antes de Cristo hasta la segunda mitad del segundo milenio antes de Cristo, o sea, un período de 2300 a 2400 años. Se divide en período temprano, período mediano y período tardío, y se caracteriza por la aparición de tecnologías y materiales nuevos. Es el primer período en la historia de la humanidad en el que se comenzó a mezclar los metales. Se hicieron los primeros intentos en la esfera de la metalurgia en relación con la creación de aleaciones: de dos productos se obtiene uno solo, por ejemplo, de arsénico y cobre se produce bronce de arsénico, o de estaño y cobre, la variante más tardía del bronce que es el bronce de estaño que se transforma en el material de trabajo para la humanidad. En base a esta aleación se fabricaban todas las herramientas, instrumentos y armas principales. Aquella acumulación de recursos y riqueza, que implica controlar un determinado tipo de minerales provocó la creación de una estratificación social, de élites de personas que disponían de esos recursos y en alguna forma controlaban su propagación. El desarrollo de determinadas tecnologías y profesiones como la de mineros, metalurgos, fundidores de metales se fueron volviendo de especial importancia en aquel período por cuanto aseguraban objetos y materiales básicos para el funcionamiento de la sociedad.

En la exposición se pueden ver espadas, hachas, moldes y hormas para su fabricación, figurillas de hueso, armaduras, alhajas de oro y arneses para caballerías entre otros muchos objetos de uso cotidiano. Acerca de cómo explican los estudiosos el hecho de que hace miles de años la gente hubiera podido elaborar objetos de tan exquisita factura, el Dr. Jristo Popov es categórico:

Pues por el gusto refinado, la estética y las elevadas habilidades tecnológicas de aquellas personas. Nos estamos refiriendo a un período dilatado de 2300 años, o sea, que durante el mismo se fueron acumulando gradualmente conocimientos y habilidades. Hubo un progreso tecnológico que encontraba su expresión definitiva en la factura de diferentes objetos. Se desarrolló un proceso en el que los metales raros, como el oro y la plata, se fueron transformando en sendos símbolos de una situación y un estado social más especiales que obtenían las personas capaces de descubrirlos, labrarlos y, luego, ser dueños de aquellos objetos. En el marco de la exposición hemos procurado encauzar la atención de los visitantes al hecho de que todos estos objetos –algunos de ellos transmitidos de generación en generación– se relacionan también con la posesión de instrumentos y de habilidades artesanales por parte de la persona que era dueña de tales objetos. Aquel hecho resaltaba y reafirmaba el estatuto social de aquella persona.

Refiriéndose a los aspectos más destacados de la exposición, el Dr. Popov dice: Los objetos expuestos que despiertan curiosidad e interés son más de uno. Por ejemplo, los lingotes de piel de toro o de buey, que son muy raros. En esta porción de Europa es justamente en Bulgaria donde se ha hecho el mayor número de tales hallazgos. Cabe mencionar en este sentido el hallazgo de la localidad de Pobit Kamak, del que forman parte moldes pétreos para la fundición de diferentes objetos de bronce, y el tesoro de oro de Valchitrán, de los fondos de nuestro museo, el más importante en Europa de la época de la Edad de Bronce. La exposición Oro y bronce, metales, tecnologías y contactos en los Balcanes Orientales en la Edad de Bronce forma parte del programa cultural de las presidencias búlgara y austríaca del Consejo de la UE en 2018.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: BGNES