A partir de enero de 2018 un evento especial asegurará un cambio de imagen a un lugar emblemático de la capital búlgara: la Plaza de Alexánder Battenberg (Alejandro de Battenberg), y más concretamente al sitio donde, desde 1949 a 1999, se ubicaba el mausoleo de Gueorgui (Jorge) Dimitrov (1882–1949), líder del Partido Comunista Búlgaro, Secretario General del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista y Primer Ministro de la República Popular de Bulgaria (1946–1949). La plaza albergará la escultura–construcción más grande del mundo, creada por un artista de origen búlgaro, Plamen Deyanov (Dejanoff, según la transcripción del apellido en alemán), desde hace años residente en Austria. La instalación será montada con motivo de la próxima Presidencia búlgara del Consejo de la UE en la primera mitad de 2018, y permanecerá en el sitio hasta finales del próximo año.
La Casa de Bronce está compuesta por más de mil elementos de ese metal, moldeados a mano, y el autor ha estado trabajando en ella durante doce años. El escultor, que nació en la que fuera capital de Bulgaria en la Alta Edad Media,la ciudad de Veliko Tárnovo, en el nortedel país, quedó fuertemente impresionado por su arquitectura desde su infancia. Más tarde leyó los apuntes de viaje del arquitecto suizo, nacionalizado francés, Charles–Edouard Jeanneret – Le Corbusier,Voyage d‘Orient (El viaje de Oriente). Durante su visita a Bulgaria a principios del siglo pasado, a Le Corbusier le fascinaron las casas de Tárnovo y describió modelos de ligaduras estructurales y maestría artesanal singulares. A lo largo de los años, Plamen Deyanov ha estado investigando y recopilando sus notas. El autor ofrece más detalles sobre la idea conceptual de la Casa de Bronce:
Elegí el bronce porque para mí es un material muy interesante, es clásico y eterno. Hoy en día es utilizado principalmente por los escultores pero no por los arquitectos. Me gusta esta oposición. Siempre me ha impresionado la eternidad de este material noble, y estoy contento de haber logrado crear una escultura tan grande de bronce porque, al principio, ingenieros y arquitectos me decían que era imposible construir una escultura espacial a base de este material. Tras un largo estudio de más de un centenar de diferentes aleaciones de bronce, finalmente dimos con la adecuada que nos permitió construir una instalación de ese tamaño.
El proyecto pasó por diferentes fases. Al principio estaba relacionado sólo con la arquitectura búlgara, concretamente con la de la localidad de Arbanasi, en el centro norte de Bulgaria, de Veliko Tárnovo y Tryavna, en el centro del país. En la segunda etapa, el escultor comenzó a buscar las conexiones entre los diferentes materiales y, en particular, la combinación de madera, piedra y vidrio.
En el camino a Sofía la Casa de Bronce ha sido aclamada por una serie de museos. Partes de la instalación fueron mostradas en 120 exposiciones en Italia, Alemania, EE. UU. y China entre otros países.
La Casa de Bronce es en sí una obra de arte, no es un monumento relacionado con personalidades y eventos –resalta Plamen Deyanov–. Mucha gente asocia el lugar donde estará con el mausoleo cuando, de hecho, ese espacio existía antes de que aquél fuera construido. Creo que esta es una buena forma de revisar el significado que se atribuye a este espacio. A personas muy vinculadas a la arquitectura y el arte contemporáneos a menudo les escucho decir: “Cuando la instalación esté montada en Bulgaria lo primero que haré es ir a verla”. A mí lo que más me preocupa es la forma en que los vecinos de Sofía la perciban, y también cómo será usada durante todo el año. Es adecuada para acoger diversos eventos como, por ejemplo, conciertos, espectáculos teatrales y exposiciones; la escultura en sí ofrece muchas posibilidades ya que es un espacio abierto. En Sofía tal vez encuentre una nueva aplicación. En Alemania, por ejemplo, sirvió como aula de clase. Estaré contento si la construcción se recibe bien, y en cuanto a qué uso se le dará, esto se precisará más adelante.
Paralelamente a la Casa de Bronce, en los últimos ocho años Plamen Deyanov ha estado trabajando en otro proyecto más. Su objetivo es preservar de la ruina monumentos arquitectónicos en Bulgaria, principalmente edificios de finales del siglo 15 y principios del 16. Son edificios muy raros y de gran valor que aún se pueden encontrar principalmente en Arbanasi y Melnik, una reserva arquitectónica y la ciudad más pequeña de Bulgaria, ubicada en el suroeste del país.
Por el momento, mi tarea principal es restaurar estos edificios usando los mismos materiales y tecnologías con que fueron construidos en su época. Estaría feliz verlos abrir sus puertas como monumentos arquitectónicos de la cultura para uso público, dice, en conclusión, Plamen Deyanov.
Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Cortesía de la Fundación Plamen Dejanoff Sofia/CMS Sofia
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