A finales del pasado mes de junio el trío Estonia-Bulgaria-Austria lanzó cinco prioridades importantes en el marco de su agenda común, de 18 meses, del Consejo de la UE. Desde aquel momento hasta la fecha, con motivos diferentes y a distintos niveles, Bulgaria ha ido esclareciendo las prioridades de su próxima presidencia del Consejo de la UE, la cual se inicia el 1 de enero de 2018. La presentación oficial del programa nacional con las prioridades de la presidencia se espera para mediados de diciembre pero el Ejecutivo ya ha comenzado a promover también algunas posiciones que defenderá durante la misma.

En lo tocante a la orientación prioritaria relativa a la seguridad, la estabilidad y la protección de las fronteras, en la reciente reunión del Consejo Europeo la semana pasada, Boyko Borisov, primer ministro de Bulgaria, ha dado a entender que este país se opondrá a la suspensión del acuerdo de la UE con Turquía sobre la migración e, igualmente, al cese de las negociaciones sobre la adhesión de Turquía a la UE. El primer ministro ha advertido que el acuerdo “no hay que tocarlo” porque Ankara lo está acatando y que, gracias al mismo, Bulgaria está registrando una presión migratoria cero. Borisov considera que, caso de quedar denunciado el acuerdo, Bulgaria no será capaz de frenar la afluencia de migrantes rumbo a Europa. Según el primer ministro de Bulgaria, hablar a estas alturas de la adhesión de Turquía a la UE, resulta realmente “absurdo” pero, no obstante ello, hay que conservar las relaciones con ese país.

El primer ministro búlgaro también se ha posicionado en lo tocante al tema, dinámicamente cambiante, de la defensa común europea. Antes de la reunión del Consejo Europeo de la semana pasada, en Bulgaria se desarrolló un debate en torno a las posibilidades para crear estructuras defensivas europeas comunes. En ese debate el jefe de Estado búlgaro, Rumen Radev, manifestó que Bulgaria debería intentar, durante su presidencia del Consejo de la UE, incorporar a la agenda de la UE los problemas efectivos que afronta la seguridad a la vez que cambiar “su propia postura ante la seguridad” y los mensajes que envía a sus socios.

El mensaje principal, que a este respecto el primer ministro búlgaro ha lanzado a sus socios de Bruselas, es que la UE debe tomar conciencia precisa de cuál es el adversario antes de gastarse miles de millones de euros en la adquisición de aviones, tanques o piezas de artillería. Es precisó asimismo dar respuesta a la pregunta a quién hay que adquirir equipos bélicos, ya que Grecia actualmente se decanta por comprarle material bélico a los EE.UU., tras haber ido recopilando durante cinco años los países europeos recursos para ayudarle a ese país a que abandonara la crisis. Con una política defensiva europea común, bien pensada y equilibrada, sería aconsejable optar por la adquisición de equipos bélicos europeos.

Respecto a los temas relacionados con el Brexit, los cuales marcarán fuertemente también la presidencia búlgara del Consejo de la UE, Borisov ha abogado por distanciarse de las emociones y tomar decisiones pragmáticas con la idea que Gran Bretaña es el país que abandona la UE y que para ésta importa más el porvenir de sus propios ciudadanos. En este contexto Bulgaria se guiará por el principio de la protección prioritaria de los intereses de los países miembros de la UE. Según Boyko Borisov, un tal enfoque sobre el problema no lesionará los contactos bilaterales con Gran Bretaña, calificadas de excelentes en la reunión que el primer ministro búlgaro sostuviera con Theresa May, primera ministra británica.

En lo tocante al tema sobre la integración europea de los Balcanes Occidentales, prioritario para Bulgaria, Boyko Borisov ha expresado en los debates sobre su perspectiva europea que Sofía insistirá en la necesidad de garantizar el desarrollo económico, el fomento de la infraestructura y la conexión digital de la región con la UE.

Versión en español por Mijail Mijailov