La séptima edición del Festival de la Ciencia, en Sofía, que ya forma parte de la cartelera de eventos culturales del Ayuntamiento de la capital, se desarrolló por vez primera en su nuevo hogar, los salones del centro Sofia Tech Park. Los jóvenes científicos y el numeroso público se aprovecharon continuamente de las salas y del espacio ajardinado de este nuevo centro tecnológico en Sofía. En los cuatro días del festival se ofrecieron bajo un techo 65 conferencias y debates acompañados por experimentos interactivos y exhibición de nuevas tecnologías, hecha de manera accesible para niños y adultos. El festival está organizado por el Consejo Británico, se encuentra patrocinado por el Ministerio de Cultura y en él participan muchos de los institutos de la Academia Búlgara de Ciencias.

Los temas seleccionados orientaron la atención del público al emprendimiento tecnológico, el universo oscuro, la línea divisoria entre la ciencia y la religión, la convivencia de la humanidad con los advenedizos del pasado, que es como se asegura sobre los virus, llegados a la tierra desde el Espacio.

El mundo fascinante de la ciencia se apoderó con la máxima rapidez de la conciencia del auditorio infantil. Los chiquillos rivalizaban por tocar al pequeño robot Robi, creado para ejecutar pequeñas faenas domésticas. Los niños hicieron también sus primeros intentos por crear maquetas propias con la estilográfica 3D, facilitada por los jóvenes ingenieros del Smart Fm Lab.

Se convirtió en auténtico foco de atracción principal el planetario hecho a mano y dotado con las tecnologías más avanzadas del software. Bajo su bóveda se situaban niños y padres para disfrutar de un simulacro del cielo nocturno sobre Sofía.

Para Mirela Napetova, doctorando en el Instituto de astronomía de la Academia de Ciencias de Bulgaria, su encuentro con el público infantil es el más agradable: El planetario tiene diseño completamente abierto. En Internet se pueden descubrir instrucciones de cómo uno puede fabricárselo con sus manos y adquirir las piezas para ensamblarlo. A tal efecto sólo hacen falta un ordenador, un proyector y un espejo esférico que crea la imagen sobre una cúpula esférica y así está siendo simulado el cielo nocturno sobre nuestras cabezas. Ahora en el planetario se puede observar el movimiento de las estrellas, cómo es el cielo cada noche, visto desde cualquier punto del mundo. Este año participamos por vez primera en este festival. Las personas que entran en el planetario muy frecuentemente nos preguntan por los signos zodiacales y a ellas, lamentablemente, les debemos explicar que el Zodíaco no es una ciencia, sino una pseudo ciencia .Me alegro de que hayan llegado muchos niños, son muy curiosos. Han leído frecuentemente información sobre los descubrimientos más recientes de la NASA y nos hacen preguntas basadas en hechos y datos concretos. Se interesan fuertemente por otras civilizaciones, por planetas fuera del sistema Solar, por las constelaciones que se pueden observar. Ahí reside el encanto de mi profesión, ya que investigamos los temas filosóficos más importantes, por ejemplo, cuál es el origen de la vida en la Tierra, cómo evolucionaría el Universo, cómo se desarrollará el Sol. Pretendemos descubrir eventual hogar futuro para la civilización humana. Hay una sentencia inglesa que dice que si uno se siente abatido deberá mirar hacia las estrellas para ver que sí existe esperanza en el gran mundo.

El profesor Slavcho Tomov es rector de la Universidad de Medicina de Pleven y confía convencido en el poderío de las nuevas tecnologías que van marcando una nueva era en la medicina. Ya va llegando la época de la nueva humanidad pero, ¿estaremos listos para aceptarla?, pregunta el estudioso de renombre mundial.

Para los estudiantes de medicina en Pleven ha sido creado un centro de cirujía invasiva mínima y, próximamente dispondrán de un quirófano 3D: Formamos en cursos intensivos a especialistas acreditados de cirujía invasiva mínima robotizada, dice el profesor Tomov. Iremos extendiendo esta forma de formación que exige instalaciones y equipos especiales. Los estudiantes hacen intervenciones quirúrgicas en tejido vivo. Se emplea un puerco intubado, vivo y los estudiantes hacen la operación en él. Sudan la gota gorda porque la situación es verdadera. Pronto una de las salas de centro de comunicaciones de la universidad se transformará en un estudio 3D, como si se tratara de un cine moderno. La diferencia es que los estudiantes podrán observar, tocados con gafas 3D, y en tiempo real, una operación que será transmitida desde un quirófano alejado a muchos kilómetros. De este modo estudiarán la anatomía del cuerpo humano en vivo y en condiciones reales.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: BTA, Guergana Mancheva y  el Festival de la Ciencia de Sofía