Dura dos horas el viaje en tren de Sofía a la ciudad de Boboshevo que se extiende a lo largo de ambas márgenes del río Struma, al pie de la montaña Vlájina. Se encuentra en proximidad la aldea de Skrino en la que por el año 876 nació Juan de Rila, patrono celestial de Bulgaria. Esto es así no sólo según la leyenda local, sino también en base a la hagiografía del santo, descrita por el Santo Patriarca Eutimio.
Tras cruzar por el centro de Boboshevo, una localidad un tanto vetusta pero acogedora, y caminando por las callejuelas bordeadas por frutales en flor, uno llega a la iglesia de la Dormición de la Santísima Virgen. Los habitantes de Boboshevo aseguran que se trata de uno de los templos ortodoxos más impresionantes de la época del Renacimiento búlgaro. Las obras de construcción de esta basílica de tres naves se iniciaron en 1851 y concluyeron definitivamente en 1862. El artesano constructor fue el conocido Maestro Milenko de una aldea de la región de Radomir, quien en 1847 construyó el ala sur del Monasterio de Rila. La iglesia fue decorada por Stanislav Dospevski, iconógrafo continuador de la tradición de la Escuela de Iconografía de Samokov, quien se había formado en la Academia de Bellas Artes de San Petersburgo.
El camino que bordea la orilla del río conduce a la montaña Vlajina que a comienzos de mayo se ve muy hermosa y fragante. Por un sendero se llega a la zona de La Cruz desde la cual se abre un magnífico panorama. A mano derecha, por un sendero sinuoso y abrupto, se asciende al pico Ruen. El empinado sendero no es de escalada fácil pero el panorama pasmoso que se abre hacia las montañas circundantes es buen premio por los esfuerzos hechos.
Antes de que naciera San Juan de Rila su madre tuvo una visión en la que se le decía que su hijo sería un gran hombre. Desde chiquillo Juan de Rila ya sabía que era hombre agraciado con un don extraordinario. Antaño la gente les decía a tales personas “cornejas blancas”. De niño Juan de Rila trabajaba como resero en una aldea cercana, la de Vukovo. Hay allá un santuario con rendija, con tres cuevas. Juan de Rila vivió en una de ellas. Un día mientras atendía a su rebaño se produjo una crecida repentina del río Struma. Él sintió miedo por que una de sus vacas había parido, y comenzó a preguntarse febrilmente qué hacer con la vaca, el ternero y todo el rebaño. Tiró su gabán y, haciendo la señal de la cruz, partió el río en dos tal y como lo había hecho San Elías con el río Jordán .Así cruzó por tierra firme el trayecto que enlaza las aldeas de Skrino y Vukovo. La gente sintió miedo al ver aquello y ahuyentaron a Juan de Rila. Le obsequiaron, sin embargo, con un pequeño ternero. Luego, Juan de Rila llegó a esa cueva en la que vivió cien días. Después se trasladó al Monasterio de Ruen, en la comarca de Boboshevo, bautizado con el nombre de San Demetrio. En aquella época, el monasterio tenía mucha fama y en él moraban monjes del Monte Athos. Juan de Rila se ordenó monje en ese monasterio. Años después, buscando retraimiento, el ermitaño se puso a vivir en la montaña Rila, luego en la de Liulin, después retornó a Rila donde vivió en una cueva durante casi 40 años.
San Juan de Rila cobró gran fama por haber obrado multitud de milagros, por haber ayudado a personas en grandes apuros y curado a mucha gente de graves enfermedades. A mediados de los años 30 del siglo X creó el sagrado Monasterio de Rila que en la época moderna es el centro espiritual más importante de Bulgaria.
El Monasterio de Rila que hoy ostenta el nombre de Juan de Rila se encuentra a pocos metros cuesta abajo de la cueva en la que antaño residiera el santo. La gente de la comarca asegura que se trata de uno de los primeros monasterios construidos tras la conversión al cristianismo del pueblo búlgaro, efectuada por el Príncipe Boris I. Al monasterio se le conoce también como centro literario antiguo en el cual en 1743 comenzó a funcionar una escuela monasterial.
Versión en español por Mijail Mijailo
Fotos: Miglena Ivanova y archivo
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