La primera edición de Panorama de la Cultura Búlgara, en la ciudad brasileña de Fortaleza, se celebró no hace mucho. En el Centro Dragão do Mar de Arte e Cultura se presentaron en el marco de 17 días arte, música, cine y literatura. El principal organizador del evento es el Instituto Cultural Brasileño “Zenon Barreto”, pero su auténtica promotora es Nara Vasconcelos, directora ejecutiva del Instituto. Años atrás fue directora del teatro de Fortaleza, su ciudad natal.

Nara es pianista, y su familia eligió vivir en Bulgaria en los últimos años. Sus hijos, Davy y Pedro, terminaron su formación musical en este país, y su marido, Frederico Barreto, también músico, es hijo de Zenon Barreto, un conocido pintor, escultor y escenógrafo brasileño.

Vivo en Sofía desde hace diez años y me encanta Bulgaria –dice Nara– . Me gusta la gente, la Naturaleza y la cultura de este país. La idea de organizar Panorama de la Cultura Búlgara surgió de una charla con la pianista Prof. Borislava Táneva, que confesó su gran deseo de tocar en Brasil. Decidí que sería una idea fantástica e inmediatamente me puse a planear el evento. Se unieron muchos artistas, y recibimos apoyo de decenas de instituciones. Además de presentar música clásica búlgara, interpretada por Borislava Táneva, organizamos un Panorama de Cine con 17 películas en cartel. La inauguración oficial del evento fue con el largometraje El tribunal, del director Stefan Komandarev. Muy bien acogida, esta película bella y profunda emocionó a todos. Mostramos también El hundimiento de Sozópol, de Kostadín Bonev, El fiscal, el defensor, el padre y su hijo, de Iglika Trífonova, Sin Dios, de Rálitsa Petrova, y Tilt, de Víctor Chuchkov, entre otras. En Fortaleza por primera vez se presentó cine búlgaro, y el interés en los círculos culturales fue muy grande. La literatura búlgara también atrajo la atención. Presentamos Ciclo brasileño, con poesía de Elisaveta Bagriana, traducida por María da Guia Silva Lima, brasileña casada con un búlgaro y residente en Fortaleza. Hay que destacar la participación especial de Ilko Minev, un búlgaro que desde hace 40 años vive en Manaos; en el Panorama fueron presentados dos libros suyos. Cosechó mucho éxito una gran exposición de fotografías pensada como “una mirada hacia Bulgaria”; las imágenes están hechas por brasileños, y también por un francés, que viven o que han visitado Bulgaria. Muy interesante para el público fue la muestra, titulada Café, con bonitos collage de Orlín Atanasov. La Galería Municipal de Arte de la ciudad de Varna donó la colección Gráficos de Bulgaria, que se presentará más adelante en Brasilia, San Paolo, Londrina y otras ciudades del país donde hay búlgaros. El público podrá ver también la pequeña colección de símbolos búlgaros que están presentes en las alfombras tradicionales de Bulgaria. Me ha costado mucho trabajo pero lo hice con gran placer. Espero que podamos continuar presentando la cultura búlgara en mi país.

La pianista Prof. Borislava Táneva es vicerrectora de la Academia Nacional de Música de Sofía, y también conocida pedagoga y compositora búlgara. En Brasil la artista dio varios conciertos. En el Teatro José de Alencar, en Fortaleza, presentó un programa compuesto en su totalidad de obras búlgaras.

El viaje a Fortaleza me dio la posibilidad de hacer cosas muy útiles –comenta la Prof. Táneva– . Gracias a la cooperación del Ministerio de Cultura y de la Academia Nacional de Música conseguí dar una gran gira por una realidad que es tan distinta para nosotros. El primer concierto y presentación de la música de piano búlgara fue en Fortaleza, y Brasil es el 15º país en el que presento este programa. Las obras seleccionadas son variadas, e incluyen todas las generaciones de autores búlgaros. Tuve, además, un concierto en Brasilia y varias reuniones en las universidades y las escuelas musicales de la capital federal. Como resultado, la Academia Nacional de Música firmó acuerdos de cooperación mutua en el ámbito de la educación musical. Mi viaje terminó en Río de Janeiro; con la mediación de la Sra. Nara Vasconcelos fui invitada por un compositor brasileño, Liduino Pitombeira. Durante dos horas interpreté música búlgara e hice una presentación de las oportunidades de formación en nuestra Academia. El arte es otro idioma, otro nivel de contacto, de intercambio de energía, y no tiene límites. La música, las películas y las exposiciones búlgaras tuvieron una excelente acogida y muy buena comprensión. Además ofrecí varias clases magistrales. De manera que tendimos tanto un puente cultural como educativo. No es el primer intento en esa dirección, pero en los últimos años esas esferas habían sido dejadas en cierto abandono. Creo que hemos puesto en marcha una mejor comunicación en el ámbito de la cultura y de la educación entre los dos países”, dijo en conclusión la Prof. Borislava Táneva.

Versión en español por Marta Ros
Fotos: Archivo personal