El inicio del Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, se remonta al lejano año 1857 cuando las costureras de una fábrica de textiles de Nueva York salieron de marcha reivindicando mejoras en sus condiciones de trabajo. Bulgaria se encuentra entre los primeros países que conmemoraron este día. Fue en 1911, sólo un año después de que el 8 de marzo fuera proclamado Día Internacional de la Mujer Trabajadora. En la actualidad, pasado más de un siglo, los empleadores en Bulgaria, como en cualquier parte del mundo, siguen siendo poco generosos con el trabajo de las mujeres. Sin embargo, este país también tiene de qué presumir: por ejemplo, con el segundo puesto en la UE en número de mujeres científicas e ingenieras. La mujer búlgara desmiente con osadía el dicho de que “es difícil llevar dos sandías bajo el brazo”. Junto con aspirar a crecer en la profesión, cuida del hogar y es una madre dedicada. En estas condiciones, empero, surge la pregunta: ¿en qué medida sigue siendo válida la teoría del hombre y la mujer como dos mitades de un todo?, ¿no se deforma la naranja?

Diana Jrístova, instructora de gimnasia combinada, y también una mujer bella, inteligente, encantadora, enérgica, fuerte y sensual, que posee todas las cualidades para sentirse bien en su propia piel, comenta:

En principio, esta teoría es eterna pero hoy en día es un poco diferente, ya que la mujer es casi tan exitosa como el hombre, y, a veces, hasta más, lo cual tiende a provocar ciertos cambios en las relaciones entre los sexos. Me parece que nos hemos olvidado un poco de los momentos románticos. De ello somos culpables también nosotras, las mujeres.

No obstante, Diana está segura de que, pese a los desafíos y la dinámica de nuestros días, la mujer búlgara consigue mantener vivo su encanto femenino.

Cada mujer es femenina a su manera, y el que todas seamos diferentes es bueno, dice la instructora. Según ella, el secreto de la realización exitosa de la mujer está en sentir satisfacción del trabajo al que se dedica, en sentirse feliz con lo que hace. En el caso de Diana es el deporte.

De niña, ocho años me dediqué al ballet clásico y moderno, luego lo dejé. Más tarde empecé a visitar las salas deportivas en busca de mi deporte aficionado. Me decanté por la gimnasia combinada, un deporte maravilloso para toda mujer: forma muy bien el cuerpo, no cansa, la carga no es mucha. Después de hacer un curso de formación me convertí en instructora.

Otro refrán dice que lo que uno hace se le devolverá, y Diana se entrega al cien por cien en los entrenamientos.

Trato de ofrecer a las personas que acuden al gimnasio un entrenamiento de calidad –explica la instructora– . Quiero que se sientan recargadas de positivismo, fuertes y felices saliendo de la sala; y que, con el tiempo, mirándose en el espejo vean que los entrenamientos realmente dan resultado.

Entre los atletas aficionados es popular la siguiente frase: “¡Practica! Porque nadie se enamorará de tu carácter a primera vista!” En este sentido, ¿cuáles son los errores que cometen las mujeres cuidando de su forma física atractiva?

Los errores son dos –explica Diana– . El primero es la alimentación inadecuada, que incluye, principalmente, las dietas drásticas y el consumo de píldoras para suprimir el apetito. La alimentación es algo individual porque cada persona tiene un metabolismo diferente. Al cumplir los 40 años el metabolismo se ralentiza, entonces es necesario empezar a cuidar más la dieta, reducir los hidratos de carbono. Personalmente yo creo que hay también otra manera más de cuidarse. La cuestión no es limitar la comida, sino aumentar los entrenamientos.

Y, con motivo del 8 de Marzo, Diana desea a las mujeres: “Que sean ellas mismas y que crean en sí. ¡Felíz fiesta! ¡Y que se diviertan!”

Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Archivo personal