Hay lugares que afectan no sólo con la belleza de la Naturaleza, sino también con la atmósfera que crean. Y como sucede con los personajes de la película Viajar por Italia de Roberto Rossellini, nos llevarán a un viaje en nuestro interior para descubrir el amor y ver con otros ojos a nuestra pareja. Si anhelan una dosis de romance entre la belleza virgen de las montañas en una acogedora casa rural o a la orilla del mar, Bulgaria es el país que puede ofrecérselo. Son de la misma opinión los autores del libro 101 lugares románticos en Bulgaria, Elina Tsankova e Iván Mijalev, que tras el éxito de 101 desvíos y 101 nuevos desvíos, invitan al lector a descubrir lugares que vale la pena visitar con su pareja. Iván Mijalev cuenta cuáles son estos lugares.

Los hemos dividido provisionalmente en seis categorías. En primer lugar, idílicos rincones rurales donde uno puede esconderse del estrés y el ruido de las grandes ciudades. A continuación, ciudades con sus "oasis", adecuados para encuentros románticos e íntimos. También hay lugares cerca de la naturaleza y el mar. Hay palacios o lugares que parecen castillos que a mucha gente le parecen románticos. En la última categoría se encuentran las bodegas. Por supuesto, el vino y el amor van de la mano.

Entre los lugares románticos hay también presas donde uno puede alquilar una barca para disfrutar de bonitos paisajes de montaña y de aire puro. Por ejemplo, la presa de Shiroka Poliana, en los montes Ródope Occidentales, a 1.500 metros de altitud, que según los autores de la guía es una de las más bellas de Bulgaria. En la clasificación romántica aparecen también las famosas cataratas de Krushuna, el pueblo de Kostenovtsi, en la cordillera de Stara Planiná (que divide a Bulgaria en dos partes, norte y sur), y el complejo etnográfico de Dalbok Dol, que es poco conocido por los turistas aunque se encuentra a sólo 15 kilómetros de la ciudad de Troyán (centro norte de Bulgaria).

Hay muchos lugares románticos en Bulgaria –prosigue Iván Mijalev– , y con este libro queremos mostrar precisamente que este país, además de un lugar para turismo de esquí, marítimo, cultural o histórico, es un destino muy romántico. Basta con salir de Sofía, están a nuestro alrededor, muchos de ellos muy cerca. Así es también el lugar que elegimos para ilustrar la portada de nuestro libro: un campo de lavanda mágico, próximo a la capital. Es excepcionalmente revitalizante, y además de bonito y romántico, huele muy bien. Basta con pasear entre las hileras violetas ordenadas a la perfección. Un mar violeta infinito que relaja los sentidos, alivia el estrés y tiene un fuerte impacto sobre uno. Estamos agradecidos a la propietaria que nos permitió fotografiarlo, y también decir dónde se encuentra.

Lo bueno de estos lugares es que suelen ser visitados los fines de semana, y si uno quiere que sean realmente románticos, es suficiente con conseguir unos días libres para poder ir entre semana, cuando hay menos gente.

Hemos mostrado estos lugares porque de verdad tienen algo especial –explica Iván Mijalev– . Cuando estás allí sientes una ola de energía y buen humor. Por eso creemos que están llenos de carga romántica y pueden hacer que la gente se enamore, no sólo del entorno sino de su acompañante. Predisponen al amor. Hemos visitado todos estos sitios y las descripciones son absolutamente exactas. Ese es su valor añadido: algo de información, bonitas imágenes y consejos concretos.

Los autores de la guía romántica no olvidan tampoco bonitas ciudades búlgaras como Plovdiv, Varna y Burgás, que atraen turistas durante todo el año.

Versión en español por Marta Ros
Fotos: Archivo personal