En Bulgaria hay una crisis de gobierno y nadie sabe cómo ni cuándo concluirá. Muy probablemente esto ocurra en la primavera de 2017, o sea, habrá unos 6 meses de precariedad política. El sector económico está en auge pero muchos estiman que se ha llegado al punto culminante y que en lo sucesivo el crecimiento económico se irá desacelerando. Total, los negros nubarrones que se ciernen sobre el gobierno del país y sobre los empresarios se vuelven más densos.
Justamente en este momento, el Ministerio de Hacienda acaba de revisar al alza su pronóstico sobre el crecimiento económico durante el año, el cual, del 2,6 % inicialmente previsto, ahora se prevé que llegue a nada menos que un 3,2 %. Para 2017 se espera un resultado más modesto pero con todo, bueno, de un 2,9% de crecimiento. Todo esto suena de manera alentadora y, además, parecen compartir esta opinión también los empresarios nacionales.
A juzgar por lo que opina la Asociación del Capital Industrial, una de las organizaciones de empleadores más importante en el país, los empresarios, incluso en medio de las condiciones de inestabilidad política, consiguen mantener su sangre fría, sus preocupaciones no se han convertido aún en cuitas y tormentos, y, antes, se limitan a cierta cautela. Esta cautela, sin embargo, va acompañada de cierta dosis de optimismo a corto plazo o al menos, respecto al próximo año. Esto no significa en absoluto que todo vaya viento en popa, antes al contrario, ya que la mayoría de los problemas persisten y, algunos, hasta se van ahondando. No obstante, las expectativas, en conjunto, de los empresarios nacionales con respecto a 2017 se mantienen más bien optimistas.
Un estudio de la citada Asociación del Capital Industrial que procura comprobar los ánimos de sus afiliados, pone de relieve que la mayoría de ellos esperan un buen año para la economía en 2017. Se prevén aumentos de las ventas, se planean alzas salariales, contratación de personal complementario. A la hora de referirnos a la mano de obra, hemos de subrayar que ésta representa uno de los mayores quebraderos de cabeza para los industriales en Bulgaria. Cabe agregar que sectores afectados por el déficit, en constante aumento, de funcionarios y trabajadores bien formados y motivados son, además del industrial, el de los servicios, el agro, el turismo, y casi todos los sectores económicos. Probablemente, justo por este desfase entre la demanda y la oferta en el mercado laboral, los empleadores reconocen estar propensos a incrementar la remuneración de su plantilla en 2017, pero se dan perfecta cuenta de que no reside en ello la solución del problema. La solución hay que buscarla en una reforma en el sistema de la Educación nacional capaz de formar a personas con las habilidades, los conocimientos y las competencias que reclaman los empleadores. Justamente en este terreno, los empresarios hacen referencias a reformas “a medias” que no surten los resultados pretendidos y que apenas podrán progresar en los próximos 6 meses cuando se irán relevando varios gobiernos, se celebrarán elecciones y se producirán otros acontecimientos políticos que distraerán la atención de los objetivos y tareas a largo plazo.
Sin embargo, los hombres de negocios no omiten argüir que su optimismo cauteloso para 2017 obedece a la energía e inercia positivas acumuladas en el sector económico de Bulgaria, país que ocupa en toda la UE el segundo puesto por sus ritmos de crecimiento en 2016. La empresa, por muy flexible que sea, no tolera los cambios bruscos y se va ajustando, con cierto retraso, a las condiciones sociales, económicas y políticas nuevas. Precisamente por esta razón, la inminente precariedad política no provocará conmociones económicas sustanciales en 2017, coinciden en señalar, convencidos, directores de empresas.
Cuesta decir si están en lo cierto al cien por cien. Es que también discrepan las evaluaciones y los pronósticos de los expertos internacionales en lo tocante al porvenir inmediato del sector económico búlgaro. Las distinciones entre ellos, empero, se dan más en los matices y los detalles, y todos se muestran unánimes en que 2017 será un año de crecimiento económico, de aumento del PIB y de un incremento fluido de la productividad y, de ahí, de los ingresos de los trabajadores y empleados. Este crecimiento será superior al 2,5 %, las finanzas públicas se mantendrán estables, los ingresos de los empresarios tampoco resultarán peores a los obtenidos hasta ahora. Así, todo parece indicar, en última instancia, que los factores de efecto positivo predominarán frente a las tendencias negativas en la economía búlgara en 2017. Todo esto pone de manifiesto que ésta se ha desarrollado y madurado hasta el grado de ser capaz de resistir los cataclismos políticos que suelen acompañar a las sociedades democráticas modernas.
Versión en español por Mijail Mijailov
En diciembre destinaremos 500 millones de euros a los municipios para inversiones en el marco del Plan Estratégico para el Desarrollo de la Agricultura y las Zonas Rurales 2023-2027. Así lo afirmó el ministro de Agricultura, Georgi Tahov, antes de la..
El Consejo Nacional de Cooperación Tripartita ha concluido hoy sin alcanzar un consenso en su intento de acordar el salario mínimo para 2025. El proyecto gubernamental propone elevar el salario mínimo de los actuales 933 levas (477,04 euros) a..
En septiembre el indicador general del clima de negocios en el país disminuyó 1 punto respecto a agosto debido a valoraciones menos favorables de la industria. El indicador cae en el sector 5,2 puntos y los directivos informan de una reducción de la..