En la galería capitalina “Nuance” se ha montado una exposición de Atanás Tasev, artista búlgaro del pincel dotado de talento y espíritu cosmopolita. Se trata de su apenas tercera muestra en Bulgaria. La primera tuvo lugar en el lejano año 1920 cuando Tasev fue admitido a la Academia de Artes Plásticas de Sofía. Sin embargo, fue precisamente aquella su primera exposición la que provocó la expulsión de Atanás Tasev de la academia, ya que, según el reglamento de esta escuela superior, los estudiantes no tenían derecho a exponer sus obras. Así Tasev viajó a estudiar en Praga donde obtuvo una de las becas otorgadas a estudiantes universitarios extranjeros. Concluyó sus estudios en la Academia de Artes Plásticas de Praga y residió algún tiempo en la capital checa trabajando como artista autónomo.

Son impresionantes sus logros en el género retratista. En Chequia Atanás Tasev pintó a personalidades destacadas relacionadas sobre todo con la cultura europea. Entre las personalidades búlgaras de las que hizo retratos figuran el zar Boris III, el primer ministro Andrey Liapchev y su esposa, el catedrático e intelectual destacado Alexander Balabanov y su esposa, el escritor Elin Pelin, el cantante lírico Petar Raychev. Han encargado sus retratos al artista del pincel búlgaro sir Edward Boyle, destacado político británico, conocido como gran amigo de Bulgaria, varios diplomáticos y personalidades famosas del terreno de la cultura.

Hemos conversado con Krasimir, uno de los descendientes de Atanás Tasev. Además de en Chequia y en Bulgaria, el artista se desempeñó en otros países europeos y también en los EE.UU. En una carta suya del año 1974, el artista narra cómo había hecho el retrato de Alfons María Mucha, ilustre pintor checo.

Krasimir dice, reproduciendo la narración: Respecto al retrato pintado para el artista del pincel, profesor Mucha, digo que éste ha sido mi mejor modelo, posaba sin moverse ni un ápice y mantenía su expresión constante. Lo pintaba en el taller, con una iluminación óptima y terminé el retrato en tres sesiones de dos horas cada una. Cuando lo vio se asombró y me dijo: “Pintores muy ilustres han hecho retratos míos, pero ninguno de ellos me ha pintado con la maestría con que tú lo acabas de hacer”. Cuando colgaron su retrato en la pared su perro se pasaba todo el día brincando y tratando de alcanzarlo, pues su amo parecía un ser vivo. Aquel retrato se volvió famoso, pero Alfons Mucha se portó en forma un tanto deshonesta, ya que no me pagó nada. Tenía, al menos, que haberme regalado un lienzo suyo, así, a guisa de recuerdo. En cambio, uno de los senadores checos tras ver el retrato quiso que le hiciera uno a él y, además, me trajo varios pedidos.

En Londres, el artista búlgaro pintó el retrato del entonces ministro de Exteriores checo, Jan Masaryk, hijo del presidente checo. También pintó el retrato, como decíamos hace unos minutos, de sir Edward Boyle. En Varsovia hizo el retrato del embajador de Francia en Polonia.

En el año 1947 viajó a Estocolmo donde encontró numerosos admiradores y posibilidades para su desarrollo. Poco después ya partía rumbo a los EE.UU., país en el que residiría 15 años. Cabe señalar como un hecho curioso el que Atanás Tasev montó una exposición en la prestigiosa galería washingtoniana, Corcoran Gallery, pero sin vender luego sus obras, algo que impresionó fuertemente al público.

De hecho, en los EE.UU. Atanás Tasev llegó a pintar más de 200 retratos por encargo. Un retrato pintado en aquella época costaba 1000, 1500 y hasta 2000 dólares, una buena suma para aquellos años. Atanás Tasev pintó también retratos de la familia Rockefeller, incluso tenemos fotos de los mismos, dice Krasimir.

Tras su estancia en los EE.UU. el pintor optó por trasladarse a vivir a Málaga, España. Luego regresó a la patria. Falleció en Bulgaria en 1991.

Versión en español por Mijail Mijailov