En Ajtopol, ciudad costera búlgara más meridional del litoral del mar Negro se encuentra un museo, relativamente reciente pero interesante y rico por sus hallazgos y ordenamiento, el de la Historia del Ancla. La exposición del museo ha sido formada como colección pública de la asociación “Strandzha del mar Negro”, presidida por el ingeniero Petar Kanev. La dirección científica del proyecto ha sido confiada al historiador doctor Atanás Orachev.

¿Qué es lo que contiene la colección museística?

Anclas grandes, expuestas al aire libre, en las áreas herbosas, se remontan básicamente a los siglos XIX y XX, dice el historiador. La exposición interior evoca a su vez la propia historia del ancla. Forman parte de aquélla casi todas las variedades de este equipo naval básico que se han utilizado en el mar Negro desde mediados del II milenio antes de Cristo hasta la primera mitad del siglo XX. En los escaparates y los podios se pueden ver, asimismo, diversos hallazgos de barcos hundidos. La colección ha sido reunida en un período de 6 años y es una de las más importantes a nivel mundial en cuanto a los tipos de variedades de áncoras. Las anclas han sido halladas en la porción del mar Negro desde el Cabo Aceite hasta Rezovo. Las aguas a la altura de este litoral han sido las más peligrosas para la navegación en todo el mar Negro.

¿Cuáles son las causas para esta peligrosidad?

La costa se encuentra muy escasamente cortada y se encuentra formada íntegramente por rocas volcánicas, concretamente la costa al sur de Ajtopol. Al norte de Ajtopol hay también rocas sedimentarias que son notablemente menos duras. Es por esto que en las localidades costeras de Primorsko y Kiten hay enormes dunas de arena, mientras que en Ajtopol, excepto la Caleta Norte-en la que hay una gran franja playera, la costa es abrupta formando acantilados. Cuando un navío de la época de los buques veleros era azotado por fuertes vientos y tempestades en esa zona, no tenía dónde refugiarse y por esto por acá se ha producido el mayor número de naufragios.

De aquellas zozobras provienen, lógicamente, gran número de los hallazgos hechos.

En la exposición se puede ver una selección representativa de mapas europeos en los que se han recogido las etapas principales del conocimiento del mar Negro y de la costa a la que llegan las estribaciones de la montaña Strandzha.

Cada año en una de las salas del museo de Ajtopol se exhiben colecciones visitantes de algún otro de los museos costeros. Este año ha ofrecido artefactos suyos el museo de la ciudad de Biala. Se trata de hallazgos hechos en la antigua fortaleza del cabo de San Atanasio. Allá el arqueólogo Valeri Yotov lleva siete años mostrando cómo hay que trabajar por socializar una instalación para convertirla en un atractivo turístico valioso, destaca Atanas Orachev.

Además de las anclas, fragmentos de tales, monedas y otros objetos hallados en las aguas del mar Negro, una colección en el museo presenta la historia de la villa de Ajtopol y de sus habitantes. Los visitantes tienen a su disposición información sobre esta muestra en las lenguas búlgara, inglesa y rusa.

El museo es la primera colección pública creada en Bulgaria. Esta siendo financiado íntegramente por donantes y es de entrada libre.

Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Ilian Ruzhin