Sobre cuáles son los premios recibidos que valora más la artista dice:

Tal vez mi premio más valioso como intérprete es el Gran Premio del Torneo Internacional de Música, en 1998, en el que actuamos en dúo con Ilía Chernáev compitiendo con 3800 músicos de todas las categorías. Especialmente importantes para mí son los premios recibidos por mis composiciones para niños. Creo que la música que escribí para ellos, entre piezas para piano, música para teatro de títeres y canciones, es la más valiosa. El haber obtenido el Premio al Músico del año también es un gran honor para mí. En los últimos años trato de unir a diferentes personas en torno a una idea común. Como pedagogo musical me afano en proporcionar escenario a los estudiantes con talento. Tengo varios proyectos relacionados con la creación de música contemporánea. Uno de estos proyectos se llama Microcosmos. Es un programa de conciertos que consta de 60 piezas de un minuto de duración, aproximadamente, escritas por compañeros de todas las partes del planeta. Hay un gran interés en dicho proyecto; probablemente se deba a la corta duración de las obras, que son singulares mensajes cortos musicales y “fotos instantáneas” de la vida de los autores. Presenté este proyecto en Luxemburgo, Ginebra y Sofía, entre otras ciudades. También fundé una Asociación para Relaciones Culturales Búlgaro-Suizas, con sede en Ginebra. Su propósito es permitir que jóvenes músicos búlgaros actúen en Suiza, así como a sus coetáneos suizos que toquen en nuestro país. Tenemos una buena colaboración con la Filarmónica de la ciudad de Vidin. Este año hemos acogido por segunda vez a estudiantes suizos, que actuarán como solistas de esta orquesta.

Una de las causas que la Prof. Táneva apoya desde hace años es la de promover en el extranjero a la escuela búlgara de composición.

Ofrezco muchos conciertos, principalmente en el extranjero –cuenta Borislava Táneva– . Uno de mis programas está compuesto de unas 15 obras de compositores búlgaros de diferentes generaciones como Pancho Vladiguerov, Marín Goleminov, Dimítar Nenov, Lubomir Pipkov, Gueorgui Minchev y Yulia Tsénova, para citar algunos de ellos... Una de las piezas es de Alexander Tánev, mi padre. Además toco una composición de jazz de Jristo Yótzov. Cuando me invitan a dar un concierto presento 3 o 4 variantes para el programa. Estoy infinitamente feliz de que los organizadores suelen elegir con mayor frecuencia la colección búlgara. En los recitales siempre hablo al público, explicándole quién es el autor de la composición y para qué ocasión fue escrita. Después de los conciertos la gente se queda para pedirme partituras y para hacerme preguntas. Con este proyecto quiero demostrar que Bulgaria también es parte de los procesos que se han ido sucediendo en la historia de la música en el mundo desde las primeras décadas del siglo XX hasta la fecha, concluye la pedagoga, intérprete y compositora Borislava Táneva.

Versión en español por Daniela Radíchkova