Una nueva ración de críticas y objeciones fue proporcionada estos días a Bulgaria por la CE. Forman parte de las sugerencias específicas anuales que Bruselas suele dirigir a todos y cada uno de los países de la UE.

Las mismas no han provocado una repercusión especial en este país y las causas son dos. Primero, Sofía ya se ha acostumbrado a ser criticada constantemente y por todo por la CE y así el enésimo paquete de objeciones y reproches ya casi no llama la atención de nadie. Segundo, las recomendaciones más recientes formuladas por Bruselas, de hecho, no anuncian nada nuevo ni desconocido para las autoridades y los ciudadanos de Bulgaria, los problemas planteados vienen siendo comentados desde hace mucho tiempo, aparentemente se vienen tomando constantemente medidas pero, en última instancia, todo el mundo anda descontento.

Lo anterior viene siendo corroborado también por el hecho de que, según la CE, Bulgaria sólo haya cumplido una de las cinco recomendaciones para reformas, hechas a este país el año pasado, con la aprobación de la Ley de Educación Escolar. Respecto al resto de cuatro puntos no hay progreso y Sofía no puede resolver las tareas que se le han planteado.

Según la Comisión Europea, la situación más alarmante se produce con las contrataciones públicas y, concretamente, con las que tienen que ver con el cumplimiento en el país de los programas de Cohesión. Los expertos de Bruselas han comprobado falta de capacidad administrativa, opacidad, abusos y desviación de recursos. Insisten, por los resultados insatisfactorios, en que se hagan cambios en la Agencia de Contrataciones Públicas, se refuerce el control y se designen con franqueza los vencedores de las licitaciones públicas para el cumplimiento de los diferentes proyectos europeos.

Hay que destacar en este sentido que en Bulgaria había sido aprobada una nueva Ley de Contrataciones Públicas de la que se esperaban las herramientas  para zanjar estos problemas  generadores de la permanente irritación de Bruselas. Sin embargo, a juicio de  numerosos observadores y expertos esta  nueva ley no es capaz de llevar a la solución de todos los problemas y deja  bastantes resquicios para la corrupción y los abusos. Estas deficiencias las demostró el propio primer ministro búlgaro, Boyko Borisov, quien dispuso personalmente la cancelación del cumplimiento de contrataciones públicas por valor de centenares de millones de euros. Mientras, Kristalina Georgieva, vicepresidenta de la CE y comisaria europea para el Presupuesto y los Recursos Humanos, llegaba a reconocer que la situación estaba realmente muy grave

La CE ha dirigido cuatro nuevas recomendaciones a Bulgaria relativas al déficit en las finanzas públicas, el mejoramiento de la recaudación fiscal y la restricción de la economía gris y la estabilidad del sistema financiero y de los seguros, el mejoramiento de la Sanidad y los cambios en la legislación comercial.

El hecho de que en la presentación oficial en Sofía de las recomendaciones oficiales a Bulgaria las personalidades oficiales búlgaras más encumbradas tenían el rango de viceministros indica que a Bulgaria ya no le impresionan mucho los truenos de la ira lanzadas por Bruselas. Los medios informativos sólo se han conformado con publicar noticias lacónicas. Han dedicado una mayor atención a los pronósticos del Ministerio de Finanzas, anunciados en esta reunión, sobre un crecimiento estimado del PIB, del 2,9 % en este año 2016, porcentaje notablemente superior al vaticinado por los mayores optimistas para Bulgaria. Es indicio de que a Bulgaria las críticas desde fuera ya le resultan excesivas también la reacción ante la advertencia de que Bulgaria  debería  estar lista para actuar, caso de negarse Turquía a cumplir el pacto que tiene cerrado con la UE sobre los migrantes. El ministro búlgaro de Exteriores, Daniel Mitov, ha comentado que los Estados de la primera línea deben poder contar con el respaldo de la UE para gestionar y proteger las fronteras exteriores de la misma, antes que dejarlos a que busquen soluciones individuales.

Versión en español por Mijail Mijailov