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Gran concierto de Kamelia Tódorova en el Palacio Nacional de Cultura, días antes del Día la Escritura Eslava y de la Cultura y Educación Búlgaras

Foto: BGNES

La gran cantante de pop y jazz búlgara, Kamelia Tódorova, deleitará a los melómanos y al público nacional con su concierto Noches en satén blanco, que tendrá lugar esta noche en la Sala 1 del Palacio Nacional de Cultura. Su último recital en ese escenario fue en 2002, cuando la cantante celebró el 25º aniversario de su carrera artística.

Kamelia Tódorova será acompañada por la Filarmónica de Sofía, el Coro Filarmónico Nacional Svetoslav Obrétenov, con director Slavil Dimitrov, y la Brass Association Combo, así como el grupo vocal New Camellettes, cuyos integrantes son cuatro jóvenes y talentudos alumnos de Kamelia Tódorova en la Nueva Universidad Búlgara.

Noches en satén blanco es una mirada retrospectiva hacia la obra de Kamelia Tódorova, centrada en sus canciones búlgaras más emblemáticas de principios de los años 80, entre ellas “Sueños susurrados”, “No me mires así, muchacho” y “Que el mundo esté enamorado”, así como composiciones de jazz y soul de todo el mundo. Tendrá un lugar especial en el programa la presentación de nuevas composiciones, como la canción “Hermoso recuerdo”, escrita para la cantante por su hija Rachel Row.

En mayo de 2011 a la cantante le fue conferido el premio “Siglo de Oro” del Ministerio de Cultura de la República de Bulgaria por su contribución en el campo del arte búlgaro. Especialmente para Radio Bulgaria Kamelia Tódorova ha compartido sus pensamientos y emociones sobre el recital de esta noche:

Lo más interesante es que participaré con una formación tan grande que el concierto tendrá un sonido más serio, en el sentido de romántico, atractivo, conmovedor, en general el estado de ánimo del repertorio que he seleccionado –mi repertorio de los años 80 y 90, y algo extranjero que no será especialmente jazz, pero habrá old blues y rock, de modo que haya variedad de estilos a los que me dedico, y buen humor. Algunos de los arreglos son de Mijaíl Yósifov, pero la parte principal es de Slavil Dimitrov. Mis alumnos son vocalistas del grupo Camellettes. Hace tiempo que no actúo en el Palacio de Cultura y estoy emocionada. Mi último concierto ahí fue en 2002 y desde entonces han pasado muchos años.

La intérprete cuenta también cómo se siente como docente y qué enseña a sus alumnos en la Nueva Universidad Búlgara, donde da clases de canto y maestría vocal:

Me encanta esta profesión y me alegra que Dios me haya dado la capacidad de escuchar y de apreciar las buenas voces. Me interesa poder ajustarlas correctamente para que puedan utilizar esas voces durante mucho tiempo. Enseño a mis alumnos sobre todo a tener paciencia porque esta profesión lo requiere. No se aprende ni en dos días ni en un año, es un proceso largo, hay que dedicarse mucho a ella. Y si no se tiene carácter para esta profesión, mejor dejarla porque cantar es difícil y exige mucho trabajo a diario. Cantaré algunas canciones de mi hija, la más nueva se llama “Hermoso recuerdo” y habla de un momento de mi vida. En el escenario hablo de mí misma: lo que siento, lo que amo, mis esperanzas, cómo soy y cómo no. Pongo en retrospectiva mis sentimientos y emociones.

Kamelia Tódorova habla de la pérdida del gran compositor búlgaro Alexánder Brasítsov, que hasta su muerte escribió canciones emblemáticas para la cantante, y también del trabajo duro a lo largo de los años, así como de las sorpresas que ha preparado para el concierto:

Le echo mucho de menos y el concierto está dedicado a él, ya que ejecutaré casi todas las canciones suyas que tengo en mi repertorio. Ha sido una gran pérdida para mí, al igual que la de mi padre. Es una pérdida de amistad y también una pérdida creativa. Creo que no se le reconoció lo suficiente y no se le rindieron los debidos honores.

Al final, Kamelia Tódorova revela cómo hace frente a las dificultades de la vida.

No hemos salido de los años difíciles. Hago frente a las dificultades trabajando, con la cabeza en alto, no queda otra, porque el trabajo te mantiene a tono. Estoy satisfecha con lo que hago, a pesar de no haber llevado a cabo todos mis proyectos, pero aún hay tiempo. Soy una soñadora y espero que las cosas sigan su curso. En el concierto cantaré la canción “Noches en satén blanco” de Moody Blues, pero habrá otra sorpresa que no voy a contar porque sin no, dejaría de ser una sorpresa. Sería un placer compartirlo todo con el público.

Versión en español por Marta Ros


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