Sobre pájaros versa la conversación con Petar Dilchev, que se dedica al llamado turismo Wildlife. Está convencido de que en Bulgaria se pueden ver distintos tipos de aves raras, animales salvajes y plantas.
Bulgaria ocupa el primer lugar de Europa en biodiversidad, junto con España. Pero nuestro territorio es significativamente más pequeño, aquí se pueden ver cosas muy interesantes en mucho menos tiempo. Nuestro trabajo está relacionado con la organización de tours que presentan nuestro país desde diversas áreas de la Naturaleza: turismo Wildlife, muy popular en el Oeste de Europa. Por ejemplo, organizamos observación de aves (Birdwatching), y de flora. Las tradiciones y la cultura búlgaras también son interesantes para los extranjeros. Aunque vengan a observar la naturaleza, también muestran interés en visitar lugares históricos y otras cosas. Para ellos es interesante aprender que en nuestras tierras hay hallazgos tracios que se remontan a 6.000 años a.C., conocer nuestro folclore, etc. Bulgaria está en el camino de dos rutas de migración de aves y atrae expertos de todo el mundo. Mi padre, Nikolai Dilchev, es el pionero en Bulgaria en esta actividad: observación de aves en su entorno natural. Era biólogo de formación, y sentó las bases para este tipo de trabajo en Bulgaria. Mi madre también es bióloga, y yo ayudo a mis padres desde muy pequeño. Después de graduarme en Etnología y Relaciones Internacionales trabajé en otros sitios, pero siempre con la idea de ganar experiencia y conocimientos para continuar algún día.
Petar Dilchev cuenta también que en Bulgaria se pueden observar especies raras de aves durante todo el año. Los que más se interesan por la observación de pájaros, así como de otras especies de fauna y flora, son los británicos, seguidos de turistas de Bélgica, Alemania, Suiza y Holanda, países en los que este tipo de turismo es popular. Hemos tenido turistas de Japón, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Australia, en general de todo el mundo, afirma Petar.
Bulgaria les impresiona mucho por su bonita naturaleza, pero también les impresiona la gente, porque los búlgaros son muy hospitalarios. Hablamos con antelación de qué pájaros les gustaría ver. Es sabido que el Este de los montes Ródope es una de las mejores zonas para observar aves rapaces y de presa en toda Europa. Durante la primavera hay más posibilidades. Entonces recorremos literalmente todo el país, además de los Ródope, vamos al norte de Bulgaria y llegamos hasta la costa del Mar Negro. Es imprescindible ver la reserva natural de Srebarna, el único lugar de Bulgaria donde anida el pelícano dálmata, que sólo anida en otros tres lugares en Europa. Durante el otoño los pájaros de toda Europa migran a través de la llamada ruta migratoria de Via Pontica: se pueden observar por toda la costa del mar Negro, desde Kavarna hasta Burgás, el lago Atanasovsko y más al sur. Tal vez la diversidad de aves no es muy grande, pero lo que sí es enorme es la inmensa masa de pájaros, la vista es espectacular.
Una especie muy rara y en peligro de extinción es la barnacla cuellirroja, y el 90% de la población pasa el invierno en Bulgaria. Los tours se realizan con guías cuidadosamente seleccionados según el campo en el que están especializados. Trabajamos con profesores, académicos y científicos de la Academia de Ciencias de Bulgaria. Los últimos años ha aumentado el interés hacia este tipo de visitas en nuestro país, pero creo que si el Estado prestara más atención a este tipo de negocio y ayudara con subvenciones, se podría desarrollar mucho más. Por ahora se relaciona Bulgaria con estaciones de esquí y con la posibilidad de unas vacaciones en la playa baratas, por ejemplo. Y los extranjeros que se interesan por el turismo de naturaleza no son sólo especialistas, aunque también los hay. Normalmente son personas de muy diversas profesiones, gente culta e interesada en la protección del medio ambiente y la fauna silvestre. Independientemente del país del que procedan, ya son para siempre amigos de Bulgaria.
Versión en español por Marta Ros
Fotos: Cortesía de Petar Dilchev
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