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“¡Silencio! Se graba”, un libro sobre el papel de Radio Nacional de Bulgaria en el desarrollo de la cultura musical nacional

Foto: BGNES
“¡Silencio! Se graba” reza el letrero luminoso por encima de la puerta maciza que conduce al Estudio 1, “el recinto sacro-santo de la música en Radio Nacional de Bulgaria”, según le llama, en el prefacio de su libro, Momchil Gueorguíev. En Estudio 1 “se realiza el sacramento: la grabación del sonido, que va fluyendo libremente, en cinta de audio y ordenador”, escribe, además, el autor.

Este no es el primer libro dedicado a la radioemisora nacional y su papel en el desarrollo de la cultura musical búlgara pero es, sin duda, el único que describe y analiza en detalle la rica paleta de actividades relacionadas con la creación, grabación, almacenamiento y distribución de la música de diferentes géneros. La Emisora es vista como un laboratorio creativo, organizador, productor, mánager y patrocinador en este ámbito.

Momchil Gueorguíev ha trabajado durante 15 años en Radio Nacional de Bulgaria (BNRen sus siglas en búlgaro) ocupando diferentes cargos, incluido el de director del departamento de Producciones y Conjuntos Musicales. A la Radio le une también su historia familiar y personal: su abuelo, Vóin Ilíev, cantante y compositor de música sacra, ha realizado grabaciones para el archivo sonoro de la Emisora en los años 60; su maestro de flauta y pariente cercano, el Prof. Dimítar Gueorguíev, fue durante años solista - orquestante de la Orquesta Sinfónica de BNR y participó en cientos de conciertos y grabaciones de música sinfónica y de cámara. El propio Momchil también está presente en la memoria sonora de la Emisora como intérprete, presentador e interlocutor en emisiones de radio.

El autor presenta su libro en una entrevista a Radio Bulgaria: Es un intento de explorar los procesos musicales en Radio Nacional de Bulgaria a través de la tecnología y la filosofía de la creación de la música, su distribución, conservación y los modos de uso. La radio está relacionada a priori y “por nacimiento” con la música. También por nacimiento es una institución educativa y cultural. No hay que olvidar que la primera emisión de “Radio Sofía”, como es que se llamaba BNR en un principio, fue la transmisión en directo de un concierto desde la sala Unificación de Varna, en 1934, y el registro más antiguo almacenado en el Archivo Sonoro es una danza típica búlgara, joró, escrita por el compositor y director checo Alois Macak que trabajó durante décadas en Bulgaria. La radio es impensable sin la música. Mi objetivo era examinar la génesis de esta inmensa actividad cultural, las funciones de la producción, el intercambio internacional, las relaciones con las asociaciones de derechos de autor; cosas “invisibles” pero importantes que no han sido descritas ni analizadas. No hay un gran compositor, intérprete o conductor búlgaro que no haya actuado como invitado en los programas concertísticos de los conjuntos de la Radio o que no haya dejado su nombre en el fondo sonoro. Un gran número de destacados músicos han trabajado en BNR, contribuyendo en diversos campos. En la fonoteca se conservan registros que son realmente únicos, por ejemplo, de Dmitri Shostakóvich, Kiril Kondrashin, Gennadi Rozhdestvenskiy, Hermann Abendroth, Yakov Zak y muchos otros –en el libro hay un apéndice especial con sus nombres. Desde los años 50 la Emisora organiza sus propios concursos y festivales como el folklórico Dóbrudzha Canta y Baila y, en la esfera de la creatividad infantil, Desfile de la Canción Infantil. Cada programa, amén de las radioemisoras regionales en las ciudades de Varna, Blagóevgrad, Plóvdiv, Stara Zagora, también organiza competiciones. Es grande el número de festivales en los que BNR ha participado y sigue participando, como el concurso radiofónico internacional Concertino de Praga o los concursos de la Asociación Europea de Radiodifusión; por no hablar de los ciclos de conciertos de las radio agrupaciones o la transmisión en directo de esos eventos.

He aquí otra cita del libro “¡Silencio! Se graba” de Momchil Gueorguíev: Este libro es un humilde mensajero de la verdad que Radio Nacional de Bulgaria es mucho más que un medio informativo y periodismo.

Versión en español por Daniela Radíchkova



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