Justo en la víspera del Año Nuevo, Bulgaria evitó de milagro un “déja vu” bastante desagradable. El caso “Overgas-Gazprom” nos hizo recordar los gélidos días iniciales de enero de 2009, cuando los suministros de gas ruso a Bulgaria, vía Ucrania, fueron completamente suspendidos por disputas financieras entre Moscú y Kiev. En aquellos días el sector industrial prácticamente sufrió un parón, y el posterior pico en el consumo de energía eléctrica estuvo a punto de provocar el desplome del sistema nacional de transmisión de corriente eléctrica.
¿Qué fue lo que pasó a finales de 2015? El coloso ruso Gazprom notificó a las autoridades búlgaras, en sendas cartas dirigidas a las sociedades energéticas búlgaras: Holding Energético Búlgaro y Bulgargas que la compañía privada Overgas, distribuidora de combustible azul para más de 60 mil hogares y 3 mil empresas en Bulgaria, no había cursado solicitudes para el suministro de gas ruso a partir del 1 de enero de 2016 y, por consiguiente, se cerraba el grifo del gas. Tras volverse esto del conocimiento público, la Overgas explicaba que no había recibido notificación alguna por parte de la Gazprom, ni tenía problemas con los pagos por los suministros, etc. El espacio informativo se volvió así bien contaminado y la niebla en torno al caso se hizo más densa.
No por casualidad en la primera jornada hábil después de los días feriados por Año Nuevo, el primer ministro búlgaro, Boiko Borisov, se personó ya en horas de la mañana en uno de los estudios de la cadena de televisión BTV e intentó disipar la niebla. Presentó un documento firmado por los directivos de la Overgas en el cual se le pidió a la Bulgargas que iniciara el suministro de combustible azul para sacarla del apuro. ¿Es acaso normal que esto ocurra y se firmen contratos en la noche del 31 de diciembre?, preguntó el primer ministro Borisov. El premier, además, hizo un guiño a Moscú y manifestó que la Gazprom no tenía ni la más mínima culpa por la crisis con Overgas. El premier vislumbró en las acciones de la compañía privada Overgas un intento por desestabilizar al Gobierno. ”Si los miles de usuarios de Overgas se hubieran quedado el 1 de enero tiritando de frío, ¿de quién se habrían acordado primero, de Overgas o de Boyko Borisov?, ¿contra quién habrían soltado sus improperios? Seguro que contra mi persona”, dijo el primer ministro en su comparecencia televisiva y calificó de “descaro” la insinuación hecha por los directivos de la Overgas de que alguien se empeñaba en escamotearles el negocio.
Algunos expertos llegaron a llamar el caso “un vodevil criminal”. Otros volvieron a entonaron la cantilena de que Bulgaria ha de buscar diversificación de los suministros para sustraerse a su excesiva dependencia del gas ruso. Sea como fuere, en estos pocos días hemos sido testigos de un auténtico juego búlgaro entre bastidores. En el plano político interno esa actuación, muy probablemente, apuntaba a desestabilizar la situación política en el país, tal y como lo supuso el propio primer ministro. El gobierno de Boyko Borisov está viviendo momentos difíciles desde que su socio de coalición, Demócratas por una Bulgaria Fuerte, se pasó a la oposición. Además, no es aún remota la época en la que en el invierno de 2013, el primer gobierno de Borisov tuvo que abandonar el poder tras las protestas multitudinarias por las excesivamente altas facturas de electricidad. En el plano económico existen evidentemente, disensiones entre quienes manejan entre bastidores el sector energético de Bulgaria y ven cómo va madurando el momento para proceder a cierta redistribución de las zonas de influencia.
No extrañaría si la muy reciente crisis del gas en Bulgaria fuera indicio de algo más importante, relacionado con el proyecto del hub gasístico, o centro repartidor de gas, en el territorio de Bulgaria tras haberse malogrado el proyecto “South Stream”. Tampoco sorprendería que esta crisis tuviera que ver con los apetitos, no saciados aún, de algunos consorcios estadounidenses de acometer en Bulgaria la extracción de gas pizarra.
Versión en español por Mijail Mijailov
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