Una de las ocupaciones favoritas de los empresarios nacionales es la de quejarse continuamente de la Administración Pública y de las leyes en el país. Ambas partes se lanzan acusaciones recíprocas por todos los descalabros y dificultades en el sector económico y uno se queda con la impresión de que entre ambos bandos existe una especie de barricada por encima de la cual vuelan constantemente obuses y balas verbales.

El hecho de que realmente existan numerosas personas descontentas en Bulgaria viene siendo confirmado también por el sondeo más reciente de la WIN Gallup International End of Year Survey sobre la felicidad en el mundo. En esta clasificación los búlgaros ocupan uno de los últimos puestos. Sin embargo, la realidad no es tan mala como la pintan los círculos de negocios ni tan estupenda, como lo aseguran las autoridades. Basta mencionar que en la clasificación mundial anual Doing Business para este año, el Banco Mundial asigna a Bulgaria el bastante prestigioso 38 puesto en el mundo. El hecho de que Bulgaria figure entre los primeros cincuenta de una lista de unos 200 países indica que las condiciones para hacer negocio en este país resultan más bien mejores, o al menos, mejores que en la mayor parte de los países del mundo.

Todo parece indicar, sin embargo, que los empresarios búlgaros desconfían de las clasificaciones foráneas y, que por esta razón, han efectuado sus propios sondeos. Así, a finales de 2015 se hizo público el enésimo informe anual de la Cámara de Industrias de Bulgaria, que es uno de los organismos de empleadores más importantes en el país. La conclusión clara que se desprende de este análisis es que la situación durante el año había sido grave y que habían ocurrido muchas cosas, predominantemente malas, para el empresariado. ”No está mejorando el entorno empresarial y las cosas no se encaminan hacia una mejora importante, en comparación con 2014”, señalaba el presidente ejecutivo de la Cámara de Industrias, Bozhidar Danev. Y esto ocurre a pesar de que en 2015 los empresarios encuestados registraron mayores ventas, facturaciones y volúmenes de la producción. Sucede esto también a pesar de que los datos oficiales del Ministerio de Finanzas sobre la evolución de los indicadores macroeconómicos básicos arrojan un buen crecimiento del PIB, del orden de un 3 %, reducción del desempleo, aumento de las inversiones extranjeras, etc.

El que existan casos en los que los empresarios critican, sin fundamento suficiente, las condiciones económicas, políticas, sociales y legales existentes en el país, se nota en el hecho de que sobre el telón de fondo del cuadro casi apocalíptico en 2015, los círculos de negocios se muestran, casi al cien por cien, de acuerdo con los pronósticos oficiales sobre el crecimiento económico en 2016, anunciados por el Gobierno. Esto hubiera sido imposible si todas las críticas lanzadas por el empresariado contra las autoridades hubiesen sido ciertas y reflejasen con precisión la política oficial. Efectivamente, los empresarios esperan un crecimiento del 2,9 %, porcentaje que, de hecho, coincide por completo también con los pronósticos del Banco Mundial sobre el aumento del PIB búlgaro en 2016. Este incremento es superior al que las propias autoridades búlgaras esperan, de apenas un 2,1 %. Resulta que el empresariado, de por sí bastante crítico y tradicionalmente escéptico, prevé, él mismo, unos resultados mejores que los augurados por el Ejecutivo. Esto obviamente tiene sus causas y una de éstas se relaciona con la estabilidad política en Bulgaria. Suavemente zarandeada a finales de 2015, esta estabilidad no da indicios de un peligro, a corto plazo, de fisuras en ella, y esto genera serenidad y sosiego para los empresarios, ya que lo que más aprecian éstos es la tranquilidad política y social. Es un tema aparte el que a diferencia de la situación en Bulgaria - que no despierta temores especiales - el contexto internacional en proximidad inmediata a este país es un auténtico hervidero de tensiones y es capaz de trastornar cualesquiera planes y proyectos de inversiones, expansión, conquista de nuevos mercados, etc.

Versión en español por Mijail Mijailov