El año musical 2015 en Bulgaria fue abundante en etnoproyectos inspirados en la música tradicional del país. Fueron creados en distintas partes del planeta por autores nacionales y extranjeros. Uno de estos autores es el afamado músico búlgaro Teodosiy Spásov. Este intérprete de kaval, la flauta pastoril búlgara, es también director artístico del Festival Musical “Los adoquines amarrillos”, que tiene lugar en Sofía. Entre los invitados de su segunda edición estaba el pianista español de flamenco David Peña Dorantes con quien nuestro compatriota tiene un proyecto conjunto desde hace años.

Teodosiy Spásov regresó recientemente de una nueva gira por EE.UU., donde estuvo con el grupo Бalkansky. Allende el océano los instrumentistas tuvieron una serie de reuniones emocionantes con el público estadounidense, así como con los búlgaros residentes en aquellas tierras. En el escenario del centro búlgaro-estadounidense de arte "Madara", en Boston, al conjunto Бalkansky se unieron entre otros la cantante de jazz búlgara afincada en dicha ciudad, Elena Kóleva, y el coro de folklore búlgaro Pletenitza, que en español se traduciría como entrelazado. “Para mí fue una alegría escuchar al maestro Teodosiy Spásov, que fue nombrado Artista de la UNESCO para la paz”, comentó Christiane Karam, directora del coro, cantante y docente en el Berklee College of Music.

Recordamos que Christiane Karam imparte clases magistrales en Bulgaria desde 2014. Su amor por la música tradicional de este país la hizo crear su propio etnoproyecto búlgaro, Naima, en que está junto con Zhivko Vasílev (kaval), Stanislav Arabadzíev (teclados y guitarra) y Peyo Péev, reconocido intérprete de gadulka (un instrumento tradicional búlgaro de cuerda frotada con arco). La formación ha realizado una serie de conciertos y, además, prepara su primer álbum.

El verano de 2015 Karpárov hizo una gira exitosa en varias ciudades de Bulgaria con su cuarteto de saxofones Fourkolor, o sea cuatro colores.

El álbum, que los músicos editaron en 2015, fue presentado en Brujas y en Sofía. “Este proyecto es una prueba más de que el folklore búlgaro es realmente de valor universal. Una vez más, la música tradicional búlgara estimula a artistas de otros países, los inspira para nuevos e interesantes proyectos”, dice Nedyalko Nedyálkov.

Versión en español por Daniela Radíchkova