¡Nadie está a salvo! Por esto debemos conmemorar el Día Internacional de Acción contra el SIDA,no solo colocándonos una cinta roja, sino expresando nuestra responsabilidad hacia nosotros mismos y nuestros familiares, y nuestra actitud humana y apoyo a los infectados con el VIH. Según datos del Programa Nacional de Prevención y Control sobre el VIH y el SIDA, adscrito al Ministerio de Sanidad, hacia mediados del año 2015, 2169 personas fueron registradas oficialmente como portadores del virus. El 90 % de los nuevos registrados se infectaron por vía sexual. Sigue disminuyendo el porcentaje de los VIH positivos que contagiaron la enfermedad después de haberse inyectado narcóticos, lo cual es resultado de la actividad preventiva entre los grupos en riesgo.

Más pormenores acerca de los problemas de los VIH positivos en Bulgaria y de la propia enfermedad aporta la doctora Daniela Markova, presidenta de la fundación “I” que ofrece consultas y apoyo psicológico a personas que viven con el VIH y a sus parejas. La doctora Markova nos convence que al definir el estatus de VIH positivo la vida no termina en ningún caso. Una prueba de ello es el hecho de que en Bulgaria hay una persona que vive con el virus desde 1989, se siente bien, vive y trabaja normalmente. La propia Organización Mundial para la Salud ha anunciado que el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida es una enfermedad crónica.

¿Es obligatorio que cada persona infectada con el VIH desarrolle el SIDA?

“No. La Organización Mundial para la Salud recomienda que se inicie un tratamiento inmediatamente después de identificar el estatus de VIH de la persona. Cuando el paciente se atiene al tratamiento prescrito y al régimen necesario es posible que no desarrolle síntomas de la enfermedad durante largo tiempo”.,

¿Cuáles son los principales problemas con los cuales chocan los infectados con el VIH en Bulgaria, a juicio de la doctora Markova?

“El mayor problema es la discriminación por parte de la sociedad. Parece que en tantos años no se ha reducido el rechazo hacia estas personas. Ellos tienen miedo de que se conozca su estatus, porque en la mayoría de los casos pierden a sus familiares y amigos. En muchos casos nuestra sociedad no se muestra tolerante. Esto no debería ser así. Cualquiera puede contagiar esta enfermedad. Muchas veces los enfermos dicen que no hicieron algo más diferente que el resto de la sociedad, pero les sucedió a ellos, tuvieron mala suerte en la vida”.

Los portadores del virus son discriminados, no solo por la sociedad, sino por los médicos. Es un problema encontrar médico de cabecera, ya que no todos los galenos desean trabajar con tales pacientes. A pesar de todo, la noticia positiva es que todos los VIH positivos en Bulgaria tienen acceso garantizado a un tratamiento moderno contra el virus”.

“Sí, en Bulgaria existe la posibilidad de un tratamiento gratuito para cualquiera que lo desee. Es cuestión de la libre elección de cada uno”.

¿Qué deben saber las personas que tienen contacto con portadores del virus?

“Deben saber que en la vida cotidiana no pueden contagiarse. Aquí debemos recordar las vías del contagio: por medio de contactos sexuales y productos sanguíneos, los casos en que la madre transmite la enfermedad al babé y durante la lactancia. Cuando uno sabe todo esto no corre peligro de enfermar. Algunos de nuestros pacientes no sabían que se habían contagiado durante mucho tiempo. Sus parejas están sanas a pesar de que mantuvieron contactos sexuales sin preservativo. Desde luego, nosotros no estamos a favor de esto, pero lo que quiero decir es que no es imposible preservarse”.

¿Aprendieron los búlgaros a preservarse o siguen viviendo con la idea de que “a nosotros esto no puede sucedernos”?

“Creo que es lo segundo. Tal es la mentalidad del búlgaro. No se refiere solamente al VIH. Cuando conducen los búlgaros adelantan pensando que no es posible chocar contra otro coche. Seguimos pensando que a nosotros esto nunca nos sucederá”, dijo a Radio Bulgaria la doctora Daniela Markova. 

El tratamiento de las personas de estatus VIH positivo se realiza en el marco del Programa de prevención y control del VIH/SIDA, adscrito al Ministerio de Salud, que hasta finales de 2015 se financia por el fondo global contra el SIDA, la tuberculosis y la malaria. A partir del próximo año, el tratamiento debe ser subvencionado por el Estado.

Versión en español por Hristina Taseva